El Rebi Cuenca sonríe de nuevo después de cuajar un partido muy completo en casa ante el Punte Genil (35-28). Es un triunfo que «nos merecíamos para levantar cabeza después de la derrota de la jornada anterior ante Cangas», explica el albiceleste Nacho Pizarro. Ahora, «pudimos revertir la situación», y el grupo vuelve a coger aire, además de recuperar sensaciones y confianza. 

El equipo trabajó muy bien la concentración y la intensidad para mostrar su imagen habitual en la cancha. El argentino apunta que «trabajamos el partido durante toda la semana», más aún sabiendo que era un duelo que «teníamos que jugar bien, con cabeza y mucha actitud porque era un rival muy complicado».

Además, Nacho Pizarro apunta que «sabemos que tenemos que hacernos fuertes atrás, ayudar a los porteros porque es importantísimo y jugar muy bien en ataque». Tres aspectos que los pupilos de Lidio Jiménez supieron reflejar en la pista para sumar dos puntos de oro que permite al equipo avanzar hasta la octava posición de la tabla. 

El extremo izquierdo reconoce estar «muy contento», especialmente por ver que «es un trabajo de todo el grupo». En su contribución personal, uno de los más destacados, agradece «la ayuda de todos mis compañeros, que me permitieron lanzar solo». Ahora toca pensar en la cita del sábado (21,30 horas) a domicilio ante el BM Nava.