Aprender y superar

Manu Reina
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Un grupo de alumnos con discapacidad confía en adquirir conocimientos en un curso de controlador de acceso para así «tener más oportunidades laborales, porque hay muy pocas»

Aprender y superar - Foto: Reyes Martínez

Tener una oportunidad laboral. Ese es el propósito de cualquiera que busca un empleo de forma activa. La realidad actual no concede muchas opciones, dependiendo en mayor o menor medida del sector, pero la posibilidad de tener una nómina se desvanece aún más para aquellas personas que padecen una discapacidad. Hoy se conmemora el Día Internacional de las Personas con Discapacidad y todas las entidades estrechan lazos para alzar la voz. 

Es, actualmente, «muy complicado», tal y como apuntan los 15 alumnos del curso de controlador de accesos que imparte Inserta Empleo Cuenca, de Fundación ONCE, con la financiación de la Unión Europea, dirigido a personas que tienen una discapacidad. Mientras llega esa oportunidad laboral, estos estudiantes aprovechan esta formación de 90 horas lectivas gratuita y becada con 11 euros brutos por día impartida en la academia Foro Cuenca para adquirir conocimientos y ampliar los currículums vitae (CV).

Rubén Garrido, con una discapacidad aprobada del 43 por ciento debido a sus problemas renales, incide en que «tenemos que aprovechar para formarnos aún más y así tener más opciones de encontrar un puesto de trabajo». Este hombre, a la espera de recibir un nuevo trasplante de riñón, confía que muy pronto pueda cantar victoria y ganarse un sueldo digno. 

En la misma situación se encuentra Mario Pineda. Es un joven que padece una cirugía en el hombro, con incapacidad permanente del 33 por ciento, que reconoce que «tenemos muchos problemas para encontrar trabajo». Lleva «muchos meses buscando sin resultado alguno, pero en este tiempo no he dejado de participar en distintos cursos y formaciones». La confianza no la pierde, pero sí incide en que es «muy difícil». Su vida cambió de un día para otro, a raíz de un problema en el hombro. Desde entonces, también trabaja el aspecto mental para no venirse «abajo». Por desgracia, ha sufrido «comentarios críticos de personas que te dicen que no me pasa nada, por apariencia física, pero ellos no saben realmente qué problema tengo, que va por dentro». Por ahora, sobrevive con las prestaciones que recibe.  

Esther Culebras no corre diferente fortuna. Ella padece «insuficiencia venosa, con callos en las arterías», además de otros problemas de salud. Tiene una discapacidad confirmada del 46 por ciento y está a la espera de una segunda valoración porque su estado ha empeorado desde la primera. Esther recalca que «hay muy pocas oportunidades» y apunta que, «aunque las empresas tengan distintas bonificaciones por contratar a una persona discapacitada, además de ser mayor de 45 años, mujer y con cargos familiares, tiran directamente el CV». Es una situación «desesperante» para ella. Lamenta que «muchas empresas no concedan oportunidad para discapacitados». 

De esta forma, Inserta Empleo Cuenca, de Fundación ONCE, trabaja para allanar el camino a la hora de encontrar un puesto de trabajo. Precisamente, Carmen Martín, técnica de esta entidad, resalta que la formación «es muy completa», con el fin de «conceder más oportunidades de encontrar un empleo». Está dividida en los siguientes módulos: control de accesos; legislación sobre control de accesos; primeros auxilios y protección contra incendios; calidad y atención al cliente; higiene y seguridad en el trabajo y nuevas tecnologías e informática. No será el único curso, porque Inserta Empleo Cuenca lanza periodicamente muchos más.