Dicen que los mejores regalos son aquellos que, de un modo u otro atesoran el alma de quien los regala, aquellos que tienen un significado indeleble y en muchos casos invisible. Aquellos que, en definitiva, nacen del corazón. Si hay algo en lo que pensar cuando nace el espíritu navideño, puntual cada año, es que éstas son fechas para dar lo mejor de nosotros porque habrá quien añore, quien lo haya perdido todo y quien quizá siente que no tiene nada que celebrar porque vive día a día. Hay personas que son ejemplo y espejo en el que mirarse y que están al pie del cañón todo el año, dando lo mejor de sí mismos para los demás, de un modo desinteresado, personas que sirven a una causa mayor para organizaciones que cuidan de aquellos que más lo necesitan, es el caso de la Asociación de Parkinson de Cuenca, Manos Unidas y los proyectos sociales que desarrollan las hermandades de Semana Santa.
En las listas para Papá Noel y los Reyes Magos no fallan las últimas tecnologías, los productos más virales, objetos que cada año se repiten como una especie de obligación de renovación influenciada por una sociedad a la que solo le sirve la palabra 'más'. De lo que sí hay carencia en lo que ansiamos desenvolver es de regalos que implican algo más, de regalos que son oportunidad para otros, de regalos que implican atención médica, alimentos, útiles escolares o simple concienciación para aquellos que lo único que piden año tras año en su lista es vida. Si este año en el que ha tocado tan de cerca la desgracia se piensa en aquellos que lo han perdido todo y se ha demostrado que, las peores situaciones pueden sacar lo mejor de todo el mundo, puede hacerse hueco a los regalos solidarios.
Grandes iniciativas. Regalos como compartir un chocolate solidario con los más pequeños la tarde del 29 de diciembre junto a los hermanos de la Soledad de San Agustín, especialmente los más jóvenes como Isabel Albendea, que se vuelcan con estas iniciativas. Para ella estas actividades a las que suelen acudir familias «sirven para transmitirles a los más pequeños el verdadero significado de la Navidad, que estas fechas son mucho más que los regalos y son una oportunidad de darnos a los demás».
Gracias a los beneficios que se obtienen en un momento de amistad, valores y confraternización esta hermandad acude a la librería Evangelio y compra material escolar, que más que un regalo es una herramienta para que los pequeños cuyas familias atraviesan situaciones complicadas tengan la oportunidad de seguir trabajando en su futuro.
Regalar de corazón - Foto: Reyes MartínezManos Unidas es una ONG española que colabora con casi 60 países del sur y lleva creando conciencia social en todo el país durante sus 65 años de historia gracias al trabajo que sus 72 delegaciones llevan a cabo. Delegaciones como la de Cuenca en la que Aurora Garrote como responsable trabaja para que los conquenses puedan hacer su mirada más solidaria. Desde el 12 al 22 de diciembre la sala La Carbonería ha acogido el mercadillo de adviento que ya se ha consolidado como una tradición de la asociación tras seis ediciones a sus espaldas.
En él, los productos artesanales donados por voluntarios que los han realizado ex profeso con este propósito se unen a las donaciones de empresas que dan a Manos Unidas una selección de sus artículos para recaudar el máximo número de fondos posible. Como novedad y con un valor único, los niños del colegio Ramón y Cajal de 3º de Educación Infantil han realizado unas estrellas que serán el adorno más especial de cualquier árbol. No hay precio para los regalos artesanos que además de hacerse con mimo y dedicación van a tener un impacto directo en las vidas de otros y así lo entienden en Manos Unidas donde todo el que lo desee puede colaborar ya que todo se ofrece bajo donativo.
Cajas solidarias. Quienes tenemos más cerca y conviven con una enfermedad una gran parte de su vida tienden a ser los grandes olvidados, a que su situación se pierda entre el desconocimiento y la costumbre, pero a través de las iniciativas que llevan a cabo organizaciones como la Asociación del Parkinson de Cuenca la información y la opción de mejorar la vida de nuestros vecinos es más fácil que nunca. Con el valor añadido de comprar arte local y con fines solidarios en el museo Princesa Zaida así como en su web pueden adquirirse los cuadros que forman la exposición visitable desde el 18 de diciembre hasta el 5 de enero. Para aquellos que prefieran otro tipo de regalo, más especial aún si cabe, la asociación ha realizado por segundo año unas cajas solidarias.
Aunque tienen un precio simbólico de 10 euros no solo incluyen una variedad de regalos, sino también uno de esos obsequios incalculables, una carta de los usuarios que forman parte de la asociación contando su historia con la enfermedad, cómo llegaron a la organización y cómo les ha cambiado la vida. Beatriz Hernández, la directora de la Asociación de Parkinson de Cuenca, afirma que «es una caja para todo el mundo, que representa los valores de estas fechas señaladas y que representa una oportunidad para que la asociación pueda seguir trabajando y ayudando a aquellas personas que la necesitan».
Aunque hay muchas maneras de colaborar, como asociarse y dar una pequeña contribución cada mes a cualquiera de las organizaciones que realizan labores encomiables en la ciudad, el verdadero regalo, el que es desinteresado e irrecuperable es el tiempo, ese que dan todas aquellas personas voluntarias que permiten que los más necesitados tengan un apoyo incondicional todo el año y que la estrella de la navidad luzca siempre brillante en su corazón.