AFAD logra alcanzar su máximo de ocupación por primera vez

Álvaro Fernández
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La asociación asistencial ha completado las 30 plazas de las que dispone en su programa desde su fundación hace 22 años

Afad innova con una técnica de relajación, llamada ‘Snoezelen’. - Foto: Afad

La Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer y otras Demencias de Tarancón y Comarca (AFAD) ha logrado un hito dentro de su pequeña historia, la cual comenzó hace ya 22 años. Y es que, por primera vez, las 30 plazas de la que disponen en su programa de servicios, donde cubren las necesidades de todos los usuarios y sus familias, han sido ocupadas por completo. 

Todo esto se ha conseguido en el marco de que se están logrando objetivos contra la enfermedad, como una detección precoz que puede tener cualquier tipo de demencia, no solo el propio alzheimer.

También se ensalza qué hacen los profesionales, quienes velan por la comodidad y tranquilidad de cada usuario, y además acompañan a las personas atendidas durante su estancia. 

Método Snoezelen

Dentro de los programas ofrecidos por AFAD, se encuentran los distintos talleres, como puede ser la músicoterapia, manualidades, las terapias con animales o la gimnasia terapéutica, se ha introducido este año un nuevo taller de relajación que estimula los sentidos de personas con deficiencias cognitivas, conocida como la estimulación sensorial o Snoezelen, implantado por el logopeda de la asociación, Sergio Redondo y su terapeuta ocupacional, Verónica García. «Buscamos la tranquilidad de los usuarios, hasta el punto de que algunos logran dormirse, pero con el fin de conectarles con el entorno y hacerles ver que, aunque hayan pasado muchas personas por su vida, el más importante es uno mismo, señala Redondo, quien tras aplicar unas técnicas de relajación e introducir a los protagonistas en una situación ficticia, les coloca un espejo delante, mostrándo la relevancia que tienen en sus propias vidas. «Se pretende crear un ambiente multisensorial con luces y sonidos adecuados para que se sientan cómodos y tanto si se duermen como si no, la finalidad es correcta, porque conseguimos esa relajación», concluye García.