La Confederación de Empresarios (CEOE-Cepyme) ha considerado que las pequeñas y medianas empresas (pymes) serán las más afectadas por la reducción de la jornada laboral.

La patronal ha señalado que estas entidades tendrán mayores dificultades de adaptación debido a la menor productividad, rentabilidad y recursos organizativos inferiores. Estas son algunas de las cuestiones recogidas en el informe 'Impacto de la reducción de la jornada laboral en la pyme', que ha publicado el Servicio de Estudios de Cepyme.

En este estudio se señala que hay empresas que por su propia naturaleza no han podido reducir su jornada, de modo que el 7,9% de los asalariados trabaja más de 39,5 horas. Es decir unas 925.000 personas concentradas en las ramas de información y telecomunicaciones, transporte y almacenamiento, comercio, hostelería e industrias extractivas.

Según este estudio, la reducción afectará a tres de cada cuatro trabajadores cubiertos por convenios colectivos, unos 8,8 millones de asalariados con impacto diferente según las ramas de actividad.

En otro orden de cosas, se señala que una reducción del tiempo de trabajo, manteniendo los salarios, conllevaría un coste directo de 11.800 millones de euros debido a las horas que se dejarían de trabajar, a lo que habría que añadir los costes indirectos de afectación al a producción, nuevas contrataciones y pago de horas extra, entre otros.

El documento citado establece que la jornada laboral en España ha bajado de las 40 horas semanales en las que se situaba en 1983 a las 38,3 horas actuales, una reducción que ha sido fruto de la negociación colectiva y de su capacidad de adaptar las condiciones de trabajo. 

Además, en el caso de los convenios de ámbito empresarial, típicos de compañías de mayor tamaño, la reducción progresiva de la jornada laboral ha sido marcada hasta las 37,2 horas semanales.