¡Manos a la obra!

Lucía Álvaro
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Los pequeños negocios y las entidades sociales se unen al más que extenso programa para ampliar la oferta de ocio, acercando a los conquenses nuevas formas de entretenimiento y 'hobbies' diferentes para todos los gustos

¡Manos a la obra!

Lo que se hace con las manos tiene un valor especial, un valor añadido y cada vez están mas extendidos los talleres que tratan de acercar nuevos 'hobbies' a la población. En Cuenca es el pequeño comercio quien ha liderado la transformación asociada a esta tendencia y diseñado una enorme variedad de talleres para todos los gustos con el objetivo fundamental de dinamizar la ciudad y aportar variedad a la oferta cultural para que los adultos también tengan espacios diferentes en los que relacionarse y conocer gente. Es la mejor forma –o al menos una de ellas– para pasar estos señalados días. 

La Mezquita: ¡Cuánto arte hay en la flor! Si hay un referente en la vanguardia floral en la capital conquense es Viveros La Mezquita, una empresa familiar que ha crecido gracias a la voluntad de cambio y al mantenerse en constante renovación. Paula Orozco señala que el escuchar a sus clientes y lo que les reclamaban, ha sido fundamental a la hora de incorporar los talleres a los servicios de su negocio. Con una oferta de actividades centrada en las coronas de Navidad y los centros florales para mesa, La Mezquita continúa aportando iniciativas novedosas y acercando artes a los conquenses. Paula explica que los talleres sirven un poco casi a modo de superación porque mucha gente comienza en ellos con creencias limitantes de que «no son mañosas» o que «son torpes». Sin embargo, y gracias a las explicaciones paso a paso que Orozco va ofreciendo de manera personalizada a sus grupos reducidos, todo tiende a ir a mejor. La paciencia es la madre de la ciencia o, en este caso, del arte floral. Paula comenta que lo que más vale la pena y que les anima a seguir organizando este tipo de eventos es «la satisfacción y el brillo en los ojos» de aquellos que lo dan todo para crear un adorno hecho a mano que se llevan, luce en sus casas y perdura en el tiempo. 

La Esperanza: un curso para chuparse los dedos. Las hermandades de Semana Santa aportan variedad al calendario con multitud de iniciativas que suelen centrarse en los más pequeños. Es el caso de la Esperanza que, como es tradición, ha organizado un curso de decoración de galletas navideñas. La edición de este 2024 se celebrará el día 26 en el Hotel NH, y para inscribirse hay que ponerse en contacto con la hermandad. Carla Pasarón, encargada de organizar esta actividad, señala el éxito que tuvo la pasada edición, donde llegaron al medio centenar de niños. Aunque no hay franja de edad establecida, la tendencia mayoritaria son los niños de entre 4 y 11 años, pero Pasarón apunta a que en multitud de ocasiones a los niños les acompañan familiares más pequeños que se quedan jugando y luego meriendan juntos. Además de ser gratuito, este taller tiene fines solidarios, pues lo único que se pide a las familias es llevar un juguete nuevo o en buen estado para que se done a los niños que no tienen oportunidad de tener regalos bajo el árbol, permitiendo así que no se apague la ilusión. Pasarón comenta que a los niños les hace mucha ilusión llevar el juguete y ponerlo en el montón junto al de sus compañeros porque toman conciencia.

Trazos: cursos para sacar la vena artística. Es el caso de Trazos, una tienda especializada en arte y manualidades que apuesta durante todo el año por la organización de actividades de diferente tipo que, en su mayoría, son gratuitas. Elísabet Ruiz es la encargada de la tienda que pone su máxima dedicación en la organización de estos eventos. Ruiz señala que tienen una sala y que ofrecen ese espacio para todo aquel que lo desee, desde personas que tengan un hobby y quieran compartirlo hasta artistas locales pasando por autores para hacer presentaciones de libros o cualquier otro evento cultural [...] el límite es la imaginación.  «Disponemos de un espacio que ponemos a disposición de los artistas, de los conquenses [...] hemos tenido de todo, desde talleres de creación de plumas que impartió un cliente nuestro al que le gusta fabricarlas hasta actividades guiadas con diferentes artistas». 

Estas navidades, y como no podía ser de otra manera, la oferta de Trazos se ha centrado en actividades tematizadas de las fiestas, en este caso un taller de tarjetas con acuarela y otro de decoración de adornos con acrílico. Elísabet se lanzó a la aventura de los talleres gracias a sus propios clientes «que venían preguntándonos si dábamos algún taller, porque aquí en Cuenca hay academias de pintura y de arte, pero son más tradicionales, entonces se limita en tanto al estilo, la técnica y la duración. Los cursos pueden ser de un día, tener mucha variedad temática y servir como inicio a una técnica; como tienda son muy útiles porque nos permiten acercar nuestro producto a los clientes y que los conozcan y los utilicen». Los talleres de este negocio son aptos para todos los públicos, permitiendo entretener y acercar el arte a los más pequeños y a los adultos. Es precisamente ese contexto artístico en el que la variedad de edades enriquece en opinión de Ruiz: «Tenemos niños y personas mayores y es mágico ver la sinergia que se genera entre ellos, como ayudan a desinhibirse, a soltar la creatividad y no tener miedo de equivocarse, que es uno de los grandes hándicaps a los que nos enfrentamos los adultos ante una tarea nueva».

Vica Desings: artesanía en vanguardia. Cuando Victoria Alfaro inauguró Vica Designs dio un paso al frente en lo referente a la originalidad, la calidad y la innovación, demostrando que en Cuenca se da valor al producto hecho a mano que se sale de lo corriente. Esa es la misma línea que continúan en la organización de sus talleres, unos eventos que programa a lo largo de todo el año y que en navidad toman una temática especial, centrada en decoración o productos propios de estas fechas. Alfaro señala que, a través de los talleres han conseguido poner aún en más valor el producto artesanal: «La idea surgió porque empezamos a tener en la tienda productos de otros diseñadores y pensamos que sería buena idea organizar clases para darles visibilidad y para que se conociera su manera de ejecutar su trabajo; además nuestros clientes nos reclamaban un ocio alternativo siguiendo la ola de otras ciudades como Madrid, Barcelona o Valencia y la verdad que hasta ahora han tenido buena acogida». Estos talleres también están abiertos a todos los públicos, no necesitando una experiencia previa. Alfaro comenta que «el que viene de vacío va a tener una iniciación en la técnica y el que ya la ha trabajado puede perfeccionar y aprender modos nuevos de desempeñarla». Aunque por el momento optan porque no haya límite de edad Alfaro comenta que en su planteamiento lleva tiempo instalada la idea de organizar talleres centrados en los niños, y que quizá sea una novedad que llegue en el futuro.