El patrón de la Navidad

Álvaro Fernández
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Después de una vida dedicada de forma completa a la Cultura y a las tradiciones locales, Ismael Gómez ha sido reconocido por su trascendental labor por el pueblo

El patrón de la Navidad - Foto: LT

En el corazón de Tarancón hay algo que, gracias a las generaciones pasadas, se lleva grabado a fuego, y es aquello de continuar con las tradiciones que, durante la niñez, inculcaron con delicadeza y cariño. A la vez que hacía las mismas actividades que el resto de compañeros y amigos, como es jugar en el parque, intercambiar cromos o salir con sus vecinos a comprar chucherías, a los seis años, Ismael Gómez ya se subía a un escenario y recitaba pequeños papeles en las obras de entonces. «Hace ya 28 años que empecé a hacer teatro, algo que aprendí gracias a mi familia, quien me hizo involucrarme en ese mundo», algo que también aprendió de grandes referentes culturales de la localidad. «Conchi Zarco siempre ha sido amiga de mi familia y gracias a ella nació esa pasión por actuar», subraya Gómez.

 Y no solo con el teatro, sino también en las tradiciones navideñas, ya que a los ocho años también absorbió una tradición familiar que, a día de hoy, explota a las mil maravillas. «Los belenes siempre han estado presentes en mi familia, porque mis padres han montado uno en los escaparates para disfrute de los taranconeros desde que yo era pequeño y he adoptado esa tradición hasta el punto de montar el belén en el Centro Belenista». 

Una tradición que le ha llevado a formar parte, también, de la directiva de la Asociación Belenista La Hoguera, un colectivo que, gracias a su trabajo, ha hecho que la Navidad en Tarancón sea un referente dentro de la región. «La cultura en Tarancón, en líneas generales, está bastante consolidada gracias tanto colectivos ya asentados, como a otros que están emergiendo, como también a algunos ya desaparecidos, y lo mismo puedo decir del trabajo del Ayuntamiento, que apuesta tanto por ella en lugares tan destacados como el Auditorio o la Casa Parada», explica. 

Además de su pasión por las tradiciones navideñas y el teatro, Gómez es un apasionado de unas fechas representativas del municipio, como es la Semana Santa, al formar parte –igual, desde bien joven– de dos hermandades históricas, como son la de San Juan Evangelista y la del Perdón y la Salud, las cuales también son un legado familiar. «Mi abuelo fue uno de los fundadores de la Hermandad de San Juan y la Semana Santa es algo que hemos vivido siempre con mucha devoción, por ello siempre queremos participar, ya sea portando las imágenes en procesión o tocando en la banda», comenta.

Otra de las costumbres locales que ha adquirido Ismael desde bien joven, aunque ésta un poco obligado, debido a sus aptitudes, ha sido la de formar parte de Club Deportivo Tarancón, en el que colabora, ya sea preparando los exteriores del partido en la zona de restauración o ayudando a la directiva, con la que asegura «haber formado una buena piña». Sin embargo, este ámbito podría considerarse más lúdico, aunque no deja de ser algo que hace por amor al equipo de su ciudad. «El fútbol es algo arraigado a mí desde siempre, y como a pasa a menudo, cuando no eres un virtuoso jugando..., pues te toca apoyar desde los exteriores».

Ismael compagina todas estas ocupaciones con su trabajo de técnico en ciberseguridad, y con sus aficiones personales, ya que también es miembro de la célebre peña taranconera El Ajetreo, con la que comparte sus merecidos ratos de ocio y diversión en un pueblo que le ha dado todo. «He estado diez años fuera de Tarancón trabajando, y allí no tenía nada y aquí tengo todo, y siempre hay algo que hacer, además de que me gusta todo lo que tengo: mi familia, mis amigos y todas mis dedicaciones».

Premio a una vida. El Ayuntamiento ha sabido reconocer la labor de Ismael y su entrega al municipio y, por ello, este año le ha concedido el honor de ser el pregonero de la Navidad, un reconocimiento a toda una vida dedicada a la cultura y las tradiciones del lugar que le vio crecer. «Son 28 años haciendo lo que me gusta y esto es un premio a la constancia, la dedicación y, sin duda, es un gran orgullo». 

Algo que, por supuesto, es un «honor», no solo para él, también para los suyos, de los que destaca la sensación de su madre, quien asegura que estaba «más nerviosa que yo», aunque igual de ilusionada. «El pregonero soy yo, pero este premio es de todos y, por tanto, los pregoneros somos todos», concluye. 

Ismael Gómez se ha convertido en una figura representativa de la ciudad de Tarancón, que personifica la esencia de su cultura y sus costumbres, una persona que ha dedicado casi toda su vida a mantener la llama de las tradiciones encendida, ya sea interpretando en un escenario o montando belenes, y eso le ha valido para convertirse en un símbolo de dedicación, pasión y respeto por lo que hace. Esto ha desembocado en que los taranconeros valoren la importancia de su trabajo para preservar el legado de su pueblo y que, gracias a personas como él, esa esencia siga muy viva a día de hoy.