Con la maleta a cuestas

J.L.E.
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La provincia de Cuenca registra un saldo migratorio positivo en 2023 y gana 1.709 personas por el impulso de personas del extranjero

Una mujer pasea por las inmediaciones de el puente de San Antón - Foto: Reyes Martínez

El pulso por frenar la despoblación vuelve a dejar noticias esperanzadoras porque la provincia ganó 1.709 habitantes el año pasado. Este aumento tiene mucho que ver con la llegada de personas extranjeras que hicieron las maletas y eligieron alguno de los municipios conquenses para establecerse. De hecho, durante el pasado año son más las personas que han venido al territorio conquense que las se han marchado, por lo que el saldo migratorio en 2023 es positivo. Es la principal conclusión del Informe de Migraciones y Cambios de Residencia, que ayer publicó el Instituto Nacional de Estadística.

Este saldo positivo contempla tanto las migraciones con países extranjeros como las internas, que son las que se produce entre otras provincias españolas. Según el INE, en lo que a emigración exterior se refiere, abandonaron Cuenca 2.408 personas, pero otros 4.941 eligieron diversos puntos de la provincia para establecerse. Esa diferencia arroja un saldo positivo de 2.533 habitantes más. 

En cuanto a las personas que llegaron a Cuenca de otras provincias o se fueron a otros puntos del país para vivir, el saldo es negativo. En concreto, 5.698 personas se marcharon a otras provincias y llegaron 4.874. La diferencia deja ese saldo negativo de 824 personas.

Aunque el saldo migratorio de la provincia en 2023 es positivo, con 1.709 personas, baja con respecto al año anterior, cuando se situó en 3.078 gracias también el empuje de los extranjeros que instalaron en Cuenca. Un año antes, el saldo fue de 1.012 personas. No obstante, son un ejemplo de los esfuerzos por revertir la tendencia demográfica en la provincia, que ya roza los 200.000 habitantes.

Un análisis más pormenorizado de la Estadística de Migraciones revela que de los 4.941 nuevos vecinos de fuera del país, 391 tenían la nacionalidad española y 4.550 eran extranjeros. Además, en ambos casos, la mayoría son hombres. En cuanto a su nacionalidad y los países de procedencia, la mayoría provienen de Rumanía (794), Marruecos (975) y Colombia (947). Además, otros 391 de los retornados a Cuenca contaban con la nacionalidad española. 

En cuanto a las edades respecto al saldo total de habitantes que gana la provincia, el grupo más numeroso es el comprendido entre 20 y 24 años, con 242. Le siguen 326 nuevos vecinos que son más jóvenes aún, ya que tienen entre 15 y 19 años. En cuanto a los 2.533 habitantes que deja el saldo migratorio exterior, 355 tienen de 15 a 29 años, y otros 353, entre 20 y 24 años.

La capital, en positivo. La ciudad de Cuenca fue la que más vecinos extranjeros recibió el año pasado, en concreto 1.063 de los 4.941 que llegaron a la provincia, frente a los 481 que perdió. Lo que deja un saldo positivo de 582. La llegada de vecinos procedentes del extranjero también fue notable en municipios como Tarancón (669), Motilla del Palancar (228), Iniesta (204), San Clemente (203) o Quintanar del Rey (178). En general, personas procedentes de otros países se establecieron en 172 municipios de la provincia, con un saldo migratorio positivo en la mayoría de ellos.

En cuanto a la migración interior, es decir, vecinos que abandonaron Cuenca para instalarse en otras provincias españolas, el mayor éxodo de conquenses se produjo a Madrid, hasta donde se trasladaron 1.523. Después se sitúa Valencia con 970 personas. Sobre los cambios de residencia dentro de Castilla-La Mancha, el principal destino es Albacete, hasta donde se trasladaron 619 conquenses. Ya por detrás están Toledo (253), Ciudad Real 207) y Guadalajara (143).