Tres puntos que valen su peso en oro. Un serio Conquense gana 0-2 en Illescas a un rival directo por la salvación y coge aire después de dos derrotas consecutivas. En ataque, Monterde es ahora mismo medio equipo. 

La tensión, por lo que unos y otros se jugaban, se pudo palpar en los compases iniciales del duelo, más preocupadas ambas escuadras de no cometer fallos, que de mirar con valentía en fase ofensiva. Los nervios también se dejaron notar en una buena nómina de imprecisiones, que condicionaron el transcurrir del juego.

Esa mediocridad se esfumó de un plumazo con un auténtico 'golazo' de uno de los mejores jugadores balompédicos. En el minuto 21, Monterde amortiguó con el pecho en la frontal un balón llovido y, sin que cayera al suelo, boleó con la diestra en un estético impacto imposible para el portero. El Conquense conseguía hacer lo más difícil, era abrir la lata.

Una victoria que es puro oxígeno - Foto: Alfonso Fernández

Apretó el Illescas en los minutos posteriores al gol y tuvo alguna que otra ocasión para igualar la contienda. La Balompédica, bien plantada sobre el césped, logró mitigar el empuje local y ganó el túnel de vestuarios rentabilizando a las mil maravillas su único disparo a puerta y, prácticamente, su única ocasión clara durante los primeros 45 minutos.

Hubo un cambio en las filas de Rober Gutiérrez en la reanudación. Sergio Rodríguez, con amarilla, dejó su lugar en el campo a Bema Sina. El aviso para los de Cuenca llegó en forma de gol anulado del Illescas por un milimétrico –en el mejor de los casos– fuera de juego. El accidentado inicio de segundo tiempo obligó a entrar a Pablo Olivares, en lugar de Luis Castillo, que se marchó tocado. El Illescas proponía y controlaba el esférico en gran medida, mientras que el Conquense intentaba salir a la contra.

En el 60', Rober metió oxígeno con un doble cambio. Se retiraron Héctor Rubio y Antonio Fernández, y entraron Jairo y José Álvarez. A continuación, la jugada rocambolesca del partido y desgraciada para el Illescas. El árbitro iba a pitar un penalti a su favor que quedó en nada por fuera de juego previo y eso generó las iras de César Gómez, que fue expulsado por las protestas.

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Con uno más, los blanquinegros se dedicaron a manejar el balón durante más de 25 minutos y a monopolizar las ocasiones de gol. Las hubo más que de sobra para sentenciar, como una de Yuya que acabó en el palo. Y todo con un alto en el camino en el descuento, pues el controvertido colegiado decidió interrumpir el choque por el comportamiento de la grada. Tras unos minutos de impasse, los jugadores regresaron y ese tiempo fue aprovechado por el Conquense para que Jairo hiciera el 0-2 ante un Illescas volcado arriba.