Diversión jurásica

Manu Reina
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Miguel Antonio y Cristina dan vida a 'La Gran Excavación', un juego de mesa que traslada a los jugadores a una excavación paleontológica donde deben encontrar fósiles de dinosaurio y trasladarlos al museo

Diversión jurásica - Foto: Manu Reina

Una misión fácil de acometer con tres naipes en las manos, pero siempre surgen obstáculos en el tablero que complican el proceso. Hay que andarse con pies de plomo. Y es que todo se puede ir al traste si el adversario juega bien sus cartas o si la estrategia planteada en un principio no funciona como uno espera. Muchas veces toca empezar de nuevo. La suerte a la hora de robar del montón en cada turno también es un aspecto a tener en cuenta. Estas son solo algunas pinceladas de 'La Gran Excavación', un juego de mesa que traslada a los jugadores a una excavación paleontológica donde deben encontrar fósiles de dinosaurio y trasladarlos al museo.

Miguel Antonio Viedma y Cristina Pérez, afincados en Arcas, son los autores de este juego que está conquistando a cualquiera que se siente en la mesa. De hecho, uno de los aspectos de su éxito es que «hemos conseguido que le guste tanto a los que juegan habitualmente como a los que no lo hacen». Tener que lograr los cuatro fósiles de dinosaurio anima a cada participante a ser capaz de lograrlo, siendo consciente de que el resto hará todo lo posible para evitarlo. 

La estimación es que cada partida se prolongue en el tiempo hasta un máximo de 20 minutos, pero depende también del número de jugadores, que puede ser de dos a cuatro, y con una edad mínima de ocho jugadores, «aunque también hay pequeños con menos edad que han jugado». Miguel Antonio incide en que 'La Gran Excavación' consta de dos fases. La primera se centra en «encontrar un pico, un hueso correspondiente a un dinosaurio y un medio de transporte para llevarlo al museo». Las cartas tienen que estar alineadas con estos tres elementos. A partir de ahí, siempre y cuando los adversarios no saboteen el proceso o pidan el cambio de naipes directamente, entre otros obstáculos, comienza la segunda parte. El jugador tiene que llevar el token (hueso) al museo y conseguir oficialmente el fósil. Es un trabajo que tiene que culminar hasta en cuatro ocasiones para ganar. 

'La Gran Excavación' está en el mercado desde el pasado 25 de abril pero ha sido necesario un gran trabajo para que viera la luz. Todo surgió en la pandemia hace ya cuatro años, «cuando vimos que había juegos de dinosaurios pero ninguno sobre paleontología». A partir de ahí, con una gran lluvia de ideas e incluso sueños que acababan con una propuesta en mente tras despertar, se dio forma. Un largo ejercicio de borrar las cosas que no convencían y de refutar las que sí animaban. Tras un periodo «de seis a ocho meses», esta pareja obtuvo el primer prototipo. Un resultado positivo porque «ganamos varios concurso», aspecto clave para que la editorial Tranjis Games apostara por su implicación en el desarrollo, corrección de detalles y posterior puesta en venta. El precio, por cierto, es de 16,95 euros. 

La gran acogida hizo que dieran el paso para convertir el prototipo en realidad, gracias también a la participación en el proyecto de Boris Ramírez, que fue el encargado de ilustrar las 55 cartas, con todo lujo de detalles; dinosaurios, señales, personajes, picos o medios de transporte, entre otros. 

Un trabajo creativo exquisito que ayuda, además, a entender el juego. Y también a conocer características de distintos dinosaurios, porque en el reverso de las cartas se explica el año o el tamaño de cada uno, entre otros datos de especial interés.  Precisamente, Cristina Pérez ensalza esta información porque otorga al juego «un toque didáctico sobre los dinosaurios». Puede hacer incluso que «los jugadores se interesen por la paleontología y visiten los museos para indagar más». 

'Concavenator'. Una de las joyas de la corona de este juego de mesa es la aparición en escena del fósil Concavenator, conocido comúnmente como Pepito, que se encuentra en el Museo Paleontológico de la capital. Y es que, siendo conquense, Miguel Ángel subraya que «no podía faltar» como uno de los cuatro dinosaurio a encontrar para cantar victoria. 

A partir de aquí, Miguel Ángel y Cristina esperan conquistar el mercado y hacer que cada vez más gente se reúna en torno a la mesa para adentrarse en la curiosa labor de un paleontólogo.