El Sescam tiene previsto realizar un estudio sobre el aumento del consumo de vapeadores y similares entre la población joven del Área de Salud de Cuenca. El incremento detectado como vía de acceso a otros hábitos poco saludables ha puesto en alerta a las autoridades sanitarias que han visto la necesidad de investigar el fenómeno para poder adoptar posteriormente las medidas adecuadas.
Beatriz Cervera, responsable de Enfermería del Área de Docencia y Formación e impulsora del estudio, indica que «empezaron con fuerza a partir de 2015 y no llevamos ni siquiera diez años con ellos, pero se han desarrollado mucho y pueden ser la puerta de entrada al consumo de tabaco». Cervera advierte que «la industria farmacéutica los ha hecho muy atractivos, especialmente para niños y jóvenes. Estamos hablando de que hay productos que tienen la forma de Bob Esponja, por ejemplo. En algunos casos, en las comuniones se han regalado vapeadores».
El peligro radica en que «el niño adquiere el hábito de tener algo en la mano, de vapear, de tener una relación con todo lo que tiene que ver con la forma de consumir tabaco y nicotina. Esto nos parece un problema importante y queremos abordarlo con un proyecto de investigación desde la Gerencia de Atención Integrada de Cuenca, desde el grupo de tabaco que tenemos como Centro Comprometido con la Excelencia en Cuidados para analizar la prevalencia de este consumo entre nuestros jóvenes y qué les incita a elegir o a no elegirlo». De hecho, apunta que «el no consumo te puede dar estrategias para trabajar en los centros».
Riesgo. El objetivo es conocer la prevalencia de ese consumo. «La industria farmacéutica sabe que si uno adquiere un hábito antes de los 18 años, en este caso el del tabaco, es mucho más fácil que ese hábito se perpetúe en la edad adulta, es más difícil abandonar». Cervera señala que «cuanto más joven eres, tu cerebro es más moldeable. Por eso, se dirigen a franjas de edad cada vez más jóvenes con productos que no tienen tabaco, pero que los ponen en el camino de incluir el tabaco cuando sean más mayores».
Actualmente, el proyecto se encuentra en fase de redacción y tiene que recibir el visto bueno del Comité de Ética. «La idea es que después del verano podamos empezar la recogida de datos, proceso en el que colaboraremos con la UCLM».
La muestra de población procederá de centros docentes básicamente. «Respecto al tamaño muestral, hemos calculado alrededor de unas 300 personas no sólo en la ciudad de Cuenca. Lo importante es conocer para después poder intervenir en la prevención de ese consumo, que es preocupante».