'Voz regional', una revista con acento conquense

Óscar Martínez Pérez
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'Voz regional', una revista acento conquense

En 1935 nacía en la capital de España una revista que, con poco más de un año, desapareció al iniciarse la guerra civil del 36. Esta publicación tenía como título de su cabecera Voz regional; se publicó cuidadosamente en papel couché y pretendió, durante su no muy extensa singladura editorial, ser eco de las provincias y regiones españolas en Madrid. La revista publicaba reportajes y artículos literarios y de actualidad, además de abundantes fotografías y dibujos.

La publicación estuvo dirigida por el periodista Benjamín Carretero Celada, valenciano de nacimiento, que fue socio de la Casa de Cuenca en Madrid, ocupando varios cargos en la  institución conquense. El redactor jefe de la revista fue el pedroñero Julián Escudero Picazo, un escritor que nació en la Mancha conquense y que fue asiduo de la prensa conquense capitalina en el primer tercio del siglo XX. Sus artículos y escritos siempre estuvieron muy cerca de su tierra pedroñera, de su habla, de sus costumbres y de sus gentes e inquietudes. 

Casado con la madrileña Rosa Alonso, no tuvo descendencia directa, falleciendo en Madrid en los años 50. El escritor pedroñero tuvo relaciones con otros publicistas y escritores también paisanos, como el escritor y farmacéutico Adolfo Martínez Chicano, que le hizo socio de honor de la Unión Cultural Deportiva de Las Pedroñeras o la escritora también nacida en la capital del ajo, Asunción Cea Bermúdez, que además de escribir sobre temas cervantinos y ensayos sobre doctrina y moral cristianas, prologó el libro de Julián Escudero Vidas manchegas, obra de aires costumbristas bien recibida por la crítica literaria del momento. El texto dramático se escribió para ser posiblemente representado en el cine de Las Pedroñeras…

Entre los libros y opúsculos que publicó Escudero Picazo están Vidas manchegas, editado por el Seminario de Cuenca en 1929. Un año después aparece Desde mi balcón a la vida,  además de tres novelitas cortas, Fuego en las eras, ¡Aquí se ha cometido un crimen! y Una casita en el campo. Sus poesías fueron premiadas en dos ocasiones, el poema Los dos sudores, donde canta el esfuerzo del trabajo del campesino manchego, y No me toquís ni un álbol ni a una mosca.

En 1936 publicó dos obras, Los dos sudores y su obra más destacada, Rusticidades manchegas, un poemario popular y académico a la vez, en donde se plasma con lenguaje vernáculo del habla pedroñero el sentir vital, las costumbres y la ética del manchego conquense. Una obra que ha siso reeditada por la Diputación conquense en 2018 de la mano de Ángel Carrasco Sotos y Fabián Castillo Mollina, en la que hacen un estudio biográfico y literario de la vida y trayectoria del periodista manchego.

Temática conquense. Voz regional dedicó un especial de 38 páginas en un número doble a la ciudad de Cuenca y a su provincia, en 1935, en la que mostró, a través de varios artículos, las bellezas y las posibilidades turísticas de la Cuenca de esa época, además de la crítica ante el olvido en que se encontraban nuestras tierras en un artículo firmado por Manuel Cano, titulado Ciudades olvidadas. El especial estaba acompañado de dibujos del gran Picasso del Caribe, el cubano y enconquensado que en 1924 vino a Cuenca a vivir y a pintar, Wifredo Lam, que aporta dibujos finísimos de temática conquense realizadas en 1927 y que fueron publicadas para el especial de la revista. Los dibujos aportados fueron Vistas de Cuenca, conformado por 18 dibujos a tinta sobre papel, con ilustraciones de distintas localizaciones de nuestra capital como Las Casas Colgadas o el Puente de San Pablo, y de la provincia como el Castillo de Belmonte o el Castillo de Alarcón.

Voz regional, que estaba dirigida por un hombre afín a lo conquense y por el pedroñero Julián Escudero como redactor jefe, se significó totalmente con el homenaje que amigos y paisanos del también ilustre pedroñero, ministro de Agricultura en el gobierno de Manuel Portela Valladares, José María  Álvarez de Mendizábal, iba a recibir en Cuenca. Por ello, además de en la Casa de Cuenca en Madrid situada en la calle Príncipe 12 y en la redacción de la revista, situada en la calle Urquijo 1, fueron los lugares elegidos donde se podían recoger las tarjetas de invitación para el banquete de homenaje al ministro conquense, al que acudieron nada más y nada menos que más de mil comensales.