Las placas solares se han convertido en los últimos años en un elemento más de la vida cotidiana de muchos hogares e industrias de nuestro país y se ha erigido en la fórmula más económica y sostenible para autoabastecerse de electricidad y dejar de depender, al menos en parte, de las grandes suministradoras. 

Un fenómeno del que no ha sido ajena la provincia de Cuenca. De hecho, en tan solo cuatro años, a fecha de 10 de abril, ha alcanzado la cifra nada despreciable de casi 3.000 instalaciones fotovoltaicas de autoconsumo eléctrico con una potencia de 66.186,42 kW, especialmente, a raíz del boom experimentado en los últimos dos años, tal y como confirman a La Tribuna desde la Delegación Provincial de Desarrollo Sostenible.

Y es que aunque este tipo de sistemas de producción energética comenzó a proliferar en viviendas e industrias a partir de 2020, cuando entró en vigor el Real Decreto 244/2019, de 5 de abril, por el que se regulaban las condiciones administrativas, técnicas y económicas del autoconsumo de energía eléctrica, no sería hasta 2022 y 2023, cuando se registrara un auténtico boom y lluvia de solicitudes para este tipo de instalaciones.

El 91,7 por ciento de la potencia instalada para autoconsumo en Cuenca vierte a la red sus excelentes. - Foto: Luis López Araico

No en vano, según informa a esta redacción la jefa del Servicio de Industria y Energía de la Delegación Provincial de Desarrollo Sostenible, Ana de Marco, en 2021 ya comenzó a notarse esa tendencia al alza con un incremento del 195% en el número de estas instalaciones con respecto al año anterior.

Si bien, no sería hasta 2022 cuando experimentó un vuelco total al cuadruplicarse las solicitudes (304%); algo que se mantendría durante el siguiente ejercicio, aunque con un volumen menor, al registrarse un crecimiento del 126% en el número de instalaciones y del 215% en la potencia instalada.

Detrás de esta evolución, dos claros factores, a juicio de De Marco,  la escalada de precios de la energía registrada a partir de mediados de 2021, que puso la luz por las nubes, y la entrada en vigor en 2022 de una línea de ayudas al autoconsumo. 

Dos elementos que fueron el mejor resorte para que los conquenses decidieran dar el paso hacia el autoabastecimiento energético, si bien esta revolución parece haberse calmado en este 2024, al menos por ahora, según confirma De Marco.

De estas 2.841 instalaciones fotovoltaicas de autoconsumo, la gran mayoría, 2.606 (91,7%), son con excedentes y una potencia total de 29.213 kW, mientras que tan solo 235 con 36.972,96 kW de potencia no vierten energía sobrante a la red eléctrica.

El mayor volumen de la potencia corresponde a instalaciones industriales o agropecuarias, mientras que un 24% se circunscribe al ámbito doméstico y un pequeño porcentaje a edificios públicos, como ayuntamientos, colegios o polideportivos.

Castilla-La Mancha. El aumento del número de instalaciones de este tipo ha sido generalizado en toda la región en los últimos años, de tal manera, que hasta el 10 de abril se tienen registradas 37.949, con una potencia instalada de 689.229,52 kW.

Toledo se sitúa a la cabeza de ranking regional, con 15.542 instalaciones, que suponen el 41,2% del total. Le siguen en este aspecto las provincias de Ciudad Real, con 8.312, la quinta parte de la tarta autonómica (21,9%); Guadalajara, con 6.404 (16,9%), Albacete, con 4.750 (12,5%) y cierra la tabla Cuenca, con sus 2.841, que suponen el 7,5% del total.

Si bien, las cosas cambian, si se habla de la potencia instalada en este tipo de sistemas de autoconsumo.

Y es que, a pesar de que no hay cambios en los tres primeros puestos, si se dan en la segunda mitad de la tabla, puesto que Cuenca, con 66.186,42 kW y, por lo tanto, el 9,6% del total, supera los 56.655,32 de Guadalajara, que representa el 8,2%.

Toledo, por su parte, lidera igualmente esta clasificación con 215.219,20 kW, que equivalen al 31,2% del total regional. Le siguen Ciudad Real, con 210.561,94 kW (30,6%), y Albacete, con 140.606,63 (20,4%).