Cuando están a punto de cumplirse siete años del derrumbe parcial del muro de la calle Bajada de las Angustias, el Consorcio de la Ciudad de Cuenca ha puesto en marcha toda la maquinaria administrativa para hacer realidad la consolidación y reconstrucción de este elemento constructivo con la salida a licitación del proyecto de ejecución.

A petición del Ayuntamiento de la capital, el Consorcio se pone manos a la obra y, una vez redactado el proyecto, encara esta intervención que cuenta con un presupuesto inicial de algo más de 117.000 euros, IVA incluido (117.332,83), y al que las empresas interesadas  pueden presentar ofertas hasta las 23,59 horas del próximo 19 de febrero.

Una actuación que viene a complementar las ya acometidas por el Consorcio en esta zona de la ciudad, como fue la restauración del atrio del Santuario de la Virgen de las Angustias (2007), la pavimentación de la calle Bajada de las Angustias (2015) y la más reciente, la rehabilitación de las cubiertas y eliminación de humedades del santuario (2021), a las que en breve se sumará el acondicionamiento del acceso peatonal a esta zona desde el Puente de los Descalzos. 

El muro en cuestión se encuentra frente al Convento de los Descalzos. - Foto: Consorcio de la Ciudad de Cuenca.

Intervención. El lugar de la intervención es claramente identificable a primera vista, puesto que, tras el derrumbe el 1 de marzo de 2017, el Ayuntamiento instaló un andamiaje junto al muro siniestrado y protegió la zona con una malla.

Andamios éstos que en el proyecto de ejecución se plantea aprovecharlos, si es posible, y, tras reforzar la base, ampliarlos hasta llegar a la cota de trabajo, ya que no hay que olvidar que la altura total de la zona de intervención es de 15 metros.

El objetivo primordial de esta actuación es consolidar, reparar y reconstruir el muro derrumbado «por el efecto de las filtraciones al terreno a consecuencia de las fugas del depósito de agua municipal situado más arriba», de tal manera que recupere su aspecto original, que, precisamente, puede observarse en el muro existente justamente al lado y que servirá de referencia.

Con un periodo de ejecución de tres meses, a contar desde la firma del acta de replanteo, esta intervención contempla, en un primer momento, la retirada de la malla de seguridad existente y la limpieza de la vegetación en la zona de las obras, mediante trabajos en altura. 

De esta manera, se procederá a la colocación de la nueva malla de acero de triple torsión hexagonal de alambre galvanizado, anclada al muro y rocas aledañas, para, a continuación, una vez concluido el andamiaje, acometer la contención de tierras mediante hormigón proyectado y malla electrosoldada para la consolidación de tierras bajo el arco de descarga en la zona del derrumbre.

Es en este momento cuando se ejecutará la extracción de tierras de manera manual hasta llegar a la roca y poder conformar una superficie horizontal que sirva de arranque del nuevo muro, al que no le faltará un tubo de drenaje. Muro éste que se construirá con las piezas de piedra caliza existentes y se marcará el área restaurada con lajas de pizarra o teja cerámica para diferenciarla. Una restauración paisajística de la zona culminará la intervención.