El fervor al Santo Niño y los Dichos regresan a Valera

Miguel A. Ramón
-

Los valerosos se preparan para disfrutar de sus tradicionales Moros y Cristianos, que se celebran desde mañana y hasta el martes, segundas fiestas con la declaración de Interés Turístico Regional

Imagen de archivo de una de las corridas de banderas que tienen lugar en las fiestas de Moros y Cristianos de Valera de Abajo. - Foto: Reyes Martínez

Historia, cultura y religión se darán cita un año más en las calles de Valera de Abajo, donde la pólvora, el folclore, las colaciones o el sonido de la pita y el tambor servirán para celebrar las fiestas de Moros y Cristianos en honor del San Niño. 

Unos festejos que se celebran desde mañana, sábado, día 18, hasta el próximo martes, día 21, y que los valerosos afrontan con mucha ilusión, tras esperar todo un año para esta cita tan especial, que, por cierto, se convierte en la segunda edición con el título de Interés Turístico Regional.

Su alcalde, Daniel Pérez Osma, resalta los casi 500 años de historia que avalan estas fiestas de Moros y Cristianos, que «los valerosos esperamos con mucha ilusión y ganas de que empiecen ya». No en vano, asegura que «se celebran cada año como si fuera la primera vez, porque es muy ilusionante ver al Santo Niño, el olor de la pólvora, las procesiones, los Dichos o las Guerrillas; es algo que no se puede describir con palabras».

- Foto: Elaboración propia

El primer edil no duda animar a la gente a venir y participar en estas tradicionales fiestas, porque «estoy seguro de que van a repetir».

Confiesa que es difícil inclinarse por uno de los muchos momentos importantes de estas fiestas, aunque llama la atención sobre los Dichos y las Guerrillas, sin olvidar, la Procesión de Despedida del lunes, que «merece la pena, por lo que animo a la gente a que venga a disfrutarla».

Fiestas singulares. Si una palabra pudiera describir estas fiestas, sin duda, sería «singulares». Y es que lo son, y mucho. Unos festejos que arrancarán mañana, sábado, con la concentración de los oficiales en la Plaza Cruz Cerrada poco antes de las ocho de la mañana y la posterior recogida de generales. Honor este que, por cierto, este año ha correspondido a Diego Martínez Escrich, al mando por primera vez de la Compañía Mora, y a Javier Calvo Moya, al frente de las tropas cristianas por quinta vez.

- Foto: Elaboración propia

En las Vísperas, destaca la subida en procesión de la imagen del Santo Niño a la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, sobre las cinco y cuarto de la tarde, sin olvidar la primera corrida de banderas, la entrega de oficios o la Quema del Vaso de los Mayordomos Moros en la explanada del Ayuntamiento.

Para el domingo, Día del Santo Niño, los valerosos se reservan dos grandes momentos de la fiesta, como son la misa en honor del Santo Niño, al mediodía, y la Procesión de Dichos por el recorrido habitual, donde se desarrollará la tradicional batalla dialéctica, a cargo esta vez del General de Dichos cristiano, Rubén Cano Rubio, y del General de Dichos moro, Julián Saiz Rubio.

El lunes, Día de los Cristianos, tras los tradicionales reos de vino y anís, se dará paso al mediodía a la misa de difuntos de la Compañía de Cristianos y la posterior corrida de banderas. La tarde, por su parte, estará marcada por la Procesión de Despedida del Niño, que tendrá lugar a las 20,15 horas, y los fuegos artificiales en la Plaza del Santo Niño.

Así, se llegará a la última jornada, el martes, el Día de los Moros, en el que, además de la misa de difuntos de la Compañía de Moros, cabe resaltar especialmente las Guerrillas, la Jura de Bandera de los nuevos soldados y la despedida de las fiestas.