Desde el inicio mismo de la contienda civil que desde julio de 1936 a marzo de 1939 sacudió nuestro país la provincia de Cuenca, alejada de los frentes de lucha y determinada por su situación entre Madrid y Valencia, permaneció integrada en el bando republicano. Experta en el estudio de ese momento, la historiadora y novelista conquense Ana Belén Rodríguez Patiño se acercará a esa su realidad con la charla que bajo el título de Espionaje, contraespionaje y violencia sobre la mujer en la retaguardia republicana dará este martes en la Real Academia Conquense de Artes y Letras (Racal) dentro de la programación semanal cara al público de esta corporación. Será, como es habitual, a partir de las ocho de la tarde en el salón de actos de la institución en la última planta del edificio de las antiguas Escuelas de San Antón con, también como siempre, entrada libre y gratuita.
En su charla, Rodríguez Patiño desgranará sus líneas de trabajo sobre Cuenca y la quinta columna, el espionaje en ella durante la Guerra Civil y las iniciativas de las autoridades para combatirla abordando también uno de los temas menos estudiados en la historiografía de la contienda incluso en la actualidad: la violencia de género en las ciudades de la retaguardia republicana. Partiendo de un suceso concreto acaecido en Cuenca, expondrá cómo el establecimiento en la provincia del Servicio de Investigación Militar, un organismo de contraespionaje creado a tal fin, provocó una nueva etapa de represión civil en 1937 y 1938, represión de la que serían víctimas también las mujeres, siguiendo una pauta de comportamiento tradicional de dominio que no distinguía de ideología.
Historiadora –es doctora en Historia Contemporánea por la Universidad Complutense– pero también narradora, poeta y documentalista, Ana Belén Rodríguez Patiño ha centrado preferentemente su trabajo como investigadora tanto en el periodo de la guerra civil española de 1936 a 1939 en Cuenca –sobre el que ya giró su tesis doctoral calificada cum laude– como en el de la inmediata posguerra tanto en la propia provincia conquense como en otras zonas de Castilla La Mancha.
Esa labor, junto a numerosos artículos y comunicaciones, ha quedado especialmente explícita en libros como "La guerra civil en Cuenca. Del 18 de julio a la columna del Rosal", "La guerra civil en Cuenca. La pugna ideológica y la revolución", "Represión y guerra civil en Cuenca" (en este caso en colaboración con Rafael de la Rosa Rico) o "La Quinta Columna en Cuenca. Guerra secreta de Falange. Ayuda mutua y supervivencia. La respuesta republicana" y en documentales como "Jornaleros. Braceros de los campos de Cuenca", "La guerra civil en Valdepeñas", "Los últimos milicianos. Guerrilleros en Los Montes de Toledo", "Alcázar de San Juan. Un pueblo en la retaguardia" o "Los niños del Alcázar de Toledo" (del que no fue realizadora pero sí guionista y ayudante de realización), aunque también se ha acercado a otras temáticas como la problemática de la mujer –buen ejemplo es su documental "Las damas del juego"– las relaciones entre la literatura y la historia o los temas económicos, como prueban sus dos libros electrónicos en colaboración con Teresa Rico Alfonsea "Las cuatro esquinas del éxito" y su actualización "La revolución útil".
Como escritora de ficción tras ganar en el año 2000 el Certamen de Relato Corto Joven de Castilla La Mancha con "Vida propia" ha publicado las novelas "Donde acaban los mapas", "Todo mortal (Premio Mujer al Viento), "Las aventuras del joven Bécquer (Gustavo Adolfo y el misterio de los esqueletos andantes)", "El mensajero sin nombre, "Yo soy Greta Garbo" y "La estética de los nadadores". También ha publicado poesía –"La ciudad que hay en mí", dirigido antologías de relato –"Madrid en feria y Personajes de novela" – y relatos cortos en "La lógica del logaritmo". También ha abordado la realización de cortos de ficción como "Stadium" o "La foto de Harold Lloyd", ha realizado video-poemas y sido guionista, autora y directora de teatro y ha dirigido talleres sobre escritura creativa y guion.