De récord en récord. Así viene evolucionando el turismo rural conquense en los últimos tres años. Y es que si, por ejemplo, llegaba al mes de mayo batiendo todas las marcas, ha vuelto a hacer lo propio en los siete primeros meses del presente año.
La última Encuesta de Ocupación de los Alojamientos Rurales, que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE), confirma cifras de récord de estos establecimientos conquenses a estas alturas del año, tanto en viajeros como en pernoctaciones.
No en vano, por primera vez, se ha superado en este periodo de enero a junio la barrera de los 44.000 viajeros para llegar a un total de 44.514, un 2,8% más que hace un año, cuando se quedaron en los 43.321, y, por lo tanto, la cifra más alta desde que hay registros.
- Foto: Elaboración propia.Las pernoctaciones no se han quedado atrás y, de hecho, han mejorado más aún, puesto que han experimentado un incremento interanual del 19,5%, al pasar de las 89.443 de los siete primeros meses de 2023 a las 106.856 de este año. Otro dato nunca visto hasta ahora y que confirma el excelente momento del turismo rural conquense.
Un nivel de pernoctaciones que se ha conseguido gracias a que los turistas que han optado este año por los alojamientos rurales de la provincia han prolongado más su estancia. La media en estos siete primeros meses se ha situado en los 2,43 días, un 15,7% más que hace un año, cuando se quedó en los 2,10.
El grado medio de ocupación por plaza, por su parte, ha registrado, como es de esperar, una tendencia similar y de enero a julio de este año se ha elevado al 12,7% entre semana y al 28,3% en fin de semana, cifras que superan el 11,5 y el 26,9% del mismo periodo, pero de 2023.
El sector. Con este escenario, no es de extrañar que la presidenta de la Asociación de Turismo Rural e Interior de Castilla-La Mancha (INTUR C-LM), Patricia M. Plaza, manifieste la satisfacción del sector y asegure que «julio ha sido un mes óptimo para el turismo rural».
Los datos confirman, a su juicio, «el mucho movimiento registrado en los microdestinos de toda la región, bien por estar de paso a otras comunidades o bien como destino propio alternativo al de sol y playa».
Tal ha sido éste que, según subraya, en muchos establecimientos se ha superado el 80% de ocupación durante los fines de semana y algún día suelto entre semana.
El caso es que el sector está viviendo una auténtica luna de miel tras la pandemia del coronavirus, momento a partir del cual los números de visitantes y pernoctaciones han ido creciendo exponencialmente a niveles muy por encima de la prepandemia.
Mes de julio. En las cifras acumuladas hasta ahora, el mes de julio tiene mucho que ver, ya que se ha convertido en el segundo mejor de la historia, después del de 2021, especialmente en pernoctaciones.
No hay que olvidar que pese a haber registrado una cifra de viajeros ligeramente inferior a la de hace un año, en un 3,7%, las estancias, sin embargo, se han incrementado en un 15,2% hasta alcanzar las 24.048.
Evolución que también se ha dado en la estancia media, que ha subido a los 2,50 días frente a los 2,09 de 2023 y en la ocupación media por plaza, al pasar del 37,8 al 43,02% los fines de semana.
Turismo extranjero. El turismo extranjero se recupera poco a poco en la provincia de Cuenca y ya está rozando los niveles de prepandemia, cuando se superaba la barrera de los 3.000 e, incluso, la de los 5.000.
No en vano, por los alojamientos rurales conquenses han pasado en los siete primeros meses del año un total de 2.821 visitantes extranjeros, frente a los 1.933 del mismo periodo de 2023 y a los 1.224 de 2022.
Tendencia ésta que, como es de esperar, se ha repetido en las pernoctaciones, aunque, en este caso, con mayor virulencia, puesto que se ha duplicado. Y es que de enero a julio se han contabilizado 8.237 estancias de extranjeros, frente a las 4.299 de los siete primeros meses de 2023 y las 2.601 de dos años atrás.
Algo que también ha ocurrido durante julio, donde los visitantes extranjeros pasaron de los 409 de 2023 a los 531 de 2023 y las pernoctaciones de 913 a 1.425.