Monumento a los soldados que murieron por África

Antonio Rodríguez Saiz
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El monumento está en la Plaza de la Hispanidad - Foto: Reyes Martínez

La Memoria-Proyecto presentada por el laureado escultor conquense Luis Marco Pérez, natural de Fuentelespino de Moya, me parece tan interesante y al mismo tiempo desconocida, al menos en su totalidad, que considero oportuno y acertado reproducirla aquí, porque nadie mejor que el autor para conocer su significado, presupuesto y otras consideraciones.

Esta es la descripción del monumento: «Para perpetuar la memoria de los hijos de esta provincia que dieron su vida en holocausto de la Patria he concebido un grupo patético que corona el monumento y que es la idea primordial del boceto en el cual represento la figura alegórica de la Gloria que acoge en su seno el cuerpo inerte del héroe que ofrendó su vida defendiendo el honor patrio y que lo ofrece su hermano que pletórico de vida continuará luchando defendiendo tan santa causa. En la parte posterior del pedestal represento a la madre que ofrece su hijo a la Patria y que será el soldado del futuro. Y como complemento a lo descrito, en la parte anterior del pedestal la inscripción y el escudo de Cuenca; en los lados laterales del mismo los escudos de las armas combatientes y orlando el zócalo motivos de piñas, simbolizando la flora de este país. La altura total de esta obra será de siete metros. Presupuesto de la obra. Cimentación, base y pedestal, siendo estas dos últimas ejecutadas con piedra de Novelda de la llamada 'almorquin': 8.000 pesetas. Reproducción en mármol de Carrara del grupo que corona el monumento: 15.000 pesetas. Fundición en bronce del relieve posterior, inscripción, escudo de Cuenca y de las armas y motivos decorativos 7.000.Para pago de modelos y materiales para la ejecución del original:1.500. Por modelar la parte escultórica 4.500. Total: 36.000.
Bases que habrán de incluirse una vez aprobadas en la escritura que se otorgue entre el Excmo. Ayuntamiento y el que suscribe para la ejecución de estas obras. Primera: La ejecución del monumento a los soldados de la provincia de Cuenca que murieron en África estará a cargo del suscribiente, obligándome a suministrar el material de toda clase que se considere preciso. Segunda: Según el presupuesto de la obra, su total asciende a treinta y seis mil pesetas. (a) Habiendo recibido hasta el día de la fecha la cantidad de nueve mil setecientas diez y ocho pesetas, se hará una liquidación hasta doce mil cuya diferencia se me abonará el día del otorgamiento de la escritura. (b) Una vez colocado el pedestal y bronces, el Excmo. Ayuntamiento me entregará la cantidad de doce mil pesetas. (c) Al tiempo de la colocación del grupo escultórico que corona el monumento habré de percibir las doce mil pesetas restantes. (d) El plazo de ejecución de la obra a partir de la fecha en que se otorgue la escritura será el de seis meses. Tercera: Al terminar el monumento daré cuenta a la Corporación y desde este instante se considerará como hecha la entrega del mismo, no respondiendo de los desperfectos que después se ocasionen».

El monumento fue inaugurado el Domingo de Resurrección del año 1926 con la presencia de la Infanta Paz de Borbón y varios miembros de la familia real, aunque no fue un acto tan solemne como se pensó en un principio. Desde entonces permanece en el pequeño jardín de la Plaza de la Hispanidad.

El año 1926 fue para Marco Pérez de gran alegría pues, como se ha indicado al principio, obtuvo la primera Medalla de la Exposición Nacional de Bellas Artes de Madrid por la escultura, El hombre de la Sierra, que, propiedad del Estado fue depositado, con el tiempo, en el Museo Nacional Reina Sofía, de la capital de España. En la actualidad puede contemplarse en el Museo de Escultura al aire libre de Leganés.

Una réplica fue colocada en el Parque de San Julián de Cuenca y cedida el año 2014 a la Junta de Cofradías de Semana Santa.

También aquel año se recogieron en la ciudad firmas para nombrar a Marco Pérez hijo predilecto de Cuenca y el Ayuntamiento sensible a esta petición acordó el 28 de junio de 1926 conceder está máxima distinción «honrándose al contar a tan eximio artista entre los preclaros hijos de esta hidalga ciudad».

El gran cariño que la ciudad de Cuenca tiene al gran escultor-imaginero es, especialmente, por su gran contribución con su arte a la Semana Santa declarada de Interés Turístico Internacional, donde desfilan procesionalmente diecinueve pasos realizados por él. Antes de la guerra civil realizó la Santa Cena (1929) y El Descendido (1931-32). Había sido nombrado escultor municipal el 18 de mayo de 1928, «con el sueldo anual de seis mil quinientas pesetas y la obligación de entregar en cada Semana Santa un paso hasta de seis figuras como igualmente los proyectos y bocetos de ornamentación relacionados con su arte, siendo de cuenta del Ayuntamiento los materiales necesarios».