La provincia de Cuenca no tiene costa, pero sí dispone de numerosas zonas de baño y opciones para darse un chapuzón en verano. Hay espacios naturales aptos para el baño, así como multitud de piscinas en la que refrescarse, en especial en los meses de verano. Sin embargo, siempre hay riesgos a la hora de bañarse y las estadísticas así lo confirman porque en menos de un mes tres personas fallecieron ahogadas en distintos puntos de la provincia.
La última víctima mortal se registró el lunes, cuando un hombre de 60 años murió ahogado en la playeta de La Lastra, en Enguídanos. El 7 de agosto se halló sin vida al hombre que en la tarde del día anterior se había zambullido en una poza en el paraje natural de las Chorreras del Cabriel, también en el municipio de Enguídanos. A estas dos víctimas se une la del menor que que había desaparecido tras saltar al río Júcar desde un puente en Mariana. Tras una intensa búsqueda, su cuerpo fue rescatado el 25 de julio a una profundidad de 2,5 metros por el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil.
Además, hay que añadir el cadáver que apareció el día 24 de julio flotando en el canal del trasvase Tajo-Segura a su paso por Casas de Benítez. Al parecer, se trataba de un trabajador agrícola temporero de origen extranjero.
Lo cierto es que estos trágicos sucesos revelan el notable aumento de la cifra de ahogamientos mortales, que en España ya suma la cifra de 321 en lo que va de año.
«Hay un incremento de muertes por ahogamientos, no a nivel de Cuenca, pero si lo extrapolamos a la región es bastante significativo» explica a La Tribuna José Antonio García, director de la Escuela de Salvamento y Socorrismo de Castilla-La Mancha.
García, que también preside el SVAT Tarancón y es el delegado provincial de Salvamento, advierte que «aún queda casi un mes y medio de verano por delante», y en Castilla-La Mancha ya han perdido la vida ahogadas 12 personas en lo que llevamos de año, dos más que en 2023. La media en la región desde 2015, cuando se contabilizaron 10 ahogamientos, es de 7 u 8 al año.
La cifra media de ahogamientos en España se sitúa en unos 400 anuales y el 80 por ciento se produce en los meses de verano, por lo que advierte que en la actualidad, con 321 víctimas, «ya rozamos el cómputo anual».
Además, José Antonio García, precisa que por cada persona que muere ahogada hay entre tres y cinco atenciones de urgencias.
Para explicar el incremento de los ahogamientos, García lo achaca a que «hay un mal uso de los espacios acuáticos, en especial en los años más calurosos, la gente se confía y se relaja más».
En este sentido, subraya la importancia que tiene la prevención para evitar accidentes tanto en piscinas, ríos o en cualquier otra zona de baño. «Si relajamos la prevención es cuando vienen los problemas», añade, al tiempo que aboga por campañas de divulgación.
El 25 de julio, con motivo del Día Mundial para la Prevención de los Ahogamientos, la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias ofreció una serie de consejos. Entre ellos, recomiendan vigilar a los niños de cerca, usar el chaleco salvavidas en cualquier actividad acuática, buscar siempre espacios vigilados o respetar las indicaciones de los socorristas.