Era la feria de su 25 aniversario en Cuenca y la de la recuperación del quinto festejo mayor. El empresario artífice de todo, Maximino Pérez (Fuenlabrada, Madrid, 1969), hace un «buen balance» del serial, al que califica con un «notable alto» que llegaría incluso al «sobresaliente» sin dudarlo si no hubiera sido por el fallo con las espadas de varios de los actuantes.
Ya en frío, unos días después de que cayera el último toro, ¿qué balance realiza de la feria taurina?
Personalmente, le pongo un notable alto, pero con el punto negro de las espadas. Las faenas gordas, salvo las de Fernando Adrián, todas se han pinchado. Castella, Perera, Luque, Talavante... faenas de gran nivel y todas pinchadas. Si no fuera por las espadas, a la feria le pondría un sobresaliente, por supuesto. De la corrida de rejones no puedo hacer un balance porque los dos primeros toros estuvieron condicionados por el ruedo y Lea toreó bajo un aguacero. Creo que acertadamente decidieron no continuar, porque aunque dejara de llover el ruedo estaba impracticable.
Como aficionado que es, si tuviera que quedarse con dos o tres momentos concretos, ¿cuáles elegiría?
Es una pregunta muy complicada [risas]. Me quedo con la faena de Fernando Adrián a su primer toro, con la de Talavante y con la de Castella. Ojalá todas las ferias podamos elegir entre varias... Esta feria ha habido faenas de mucho nivel, pero no se han visto refrendadas por la espada.
A nivel ganadero, ¿qué sabor de boca le deja esta Champions?
Hemos ido de menos a más. La primera de Rehuelga, por desgracia muchos toros se fastidiaron en el campo, y hubo que remendarla con la corrida hermana de Pallarés, de la misma vacada, con la misma línea y cuya propietaria es su hermana Pilar Buendía. La corrida de Román Sorando tuvo un buen toro de Fernando Adrián y otro de Morante y un toro que se quedó a medias. Llegamos a la corrida de Daniel Ruiz y Zacarías Moreno, que fue una gran corrida; y la que fue excepcional fue la de La Palmosilla, lo malo es que el único que no sirvió salió en sexto lugar. Hemos ido de menos a más con la guinda de la grandísima novillada de Pedro Miota.
Ésta era la feria del 25 aniversario de MaxiToro en Cuenca, la que recuperaba el festejo mayor que se perdió por la pandemia. En cuanto a la respuesta del público, ¿está satisfecho?
El abonado ha respondido fenomenal, hemos subido 17 abonos respecto al año pasado. Pensaba que íbamos a bajar seis o siete punto, pero que va, ni mucho menos, nos hemos mantenido muy bien, y ha sido una satisfacción. Donde sí hemos flojeado ha sido en la venta de entradas sueltas. Puede ser que como ha habido tormentas en muchos sitios de la región o que las previsiones no eran buenas, haya habido un freno de público en este sentido. En eso vamos a trabajar ahora, yo a lo que me tengo que dedicar es a cuidar a mis abonados, entre los que vamos a sortear entradas para la Feria de Otoño de Madrid; y en cuanto acabe la temporada me pondré a preparar ese Día del Abonado del próximo junio. A ellos me debo porque gracias a ellos la feria está donde tiene que estar.
¿El año que viene volverá a haber cinco festejos mayores en la feria?
Tengo que ver pormenorizadamente todos los números de esta feria, y una vez que sea así, a lo mejor veo que no ha sido tan lustrosa como otras ferias anteriores más cortas, pero no me importa, creo que si el abonado ha respondido es porque lo quiere y ese es un punto positivo para continuar. Tengo que ver dónde se ha fallado en la entrada suelta para ver si merece la pena continuar, pero la idea, lo probable, es que sí... pero tengo que mirar los números. Lo económico no va a ser un problema; al abonado, al responderme, no le puedo fallar y es probable que sigamos así.
Veo muchos más jóvenes en los tendidos que otros años...
Creo que es algo importantísimo. Se nos han sumado muchos porque hay esa inquietud por la tauromaquia, porque además hemos ofrecido una alternativa de ocio al terminar la corrida, con música y una zona de copas, acompañadas con imágenes del festejo. Además, hasta 350 niños pasaron el domingo por la mañana para conocer la cuadra de Ventura, y el año que viene repetiremos posiblemente esta acción con un torero. Fomentar la tauromaquia a ese nivel es fundamental.
El sector hostelero y la restauración están muy contentos con la incidencia de la feria taurina en la ciudad...
Tiene su lógica [risas]. Es el motor de las fiestas de San Julián y es el espectáculo de masas más importante de la provincia. Movemos 40.000 personas en una semana y no hay espectáculo cultural o deportivo que pueda mover estas cifras. Hablamos de espectáculos de los que se pasa por taquilla. Hosteleros, restauradores y comerciantes se pueden beneficiar porque se nota la afluencia de gente de fuera. Me siento orgulloso de colaborar y contribuir porque para eso me contrató el Ayuntamiento en su momento. Me siento muy contento de que la Champions siga subiendo todos los años y con estos picos de afluencia para que Cuenca gane en relevancia.