Trabajan con una ternera de máxima calidad en el mercado. No se trata de ningún eslogan, sino una opinión unánime de más de tres centenares de carniceros de todo el territorio nacional que adquieren semanalmente este producto a Amara Carnes Supremas, una empresa conquense que en menos de un año conmemorará su décimo aniversario – se fundó en octubre de 2014 – y que tiene una enorme pasión con lo supremo como garantía de servicio y calidad. Una de las razones de su gran éxito es el trabajo diario que lleva a cabo tanto en supervisar de primera mano la alimentación de los animales en las ganaderías aliadas, como «en el mimo y cuidado que ponemos en la preparación de cada una de las piezas que pasa a través de nuestro proceso de manipulación para llevar un producto en las mejores condiciones hacia el disfrute del comensal», subraya el propietario, Cerdá del Río.
Amara Carnes Supremas es una empresa comprometida con el desarrollo del entorno rural. De hecho, la selección comienza a pie de campo, en la cría del ganado, siempre en su habitat natural con la crianza de la madre en libertad. Ejerce así gracias a que tiene alianzas con diferentes ganaderos que trabajan desde los mismos valores y visión que Amara Carnes Supremas.
El propietario de Amara explica que «las terneras criadas con la madre, pastos naturales y un control de los tiempos de engorde proporcionan la mejor calidad de carne» y recalca que «no comercializamos solo razas, sino que también buscamos trabajar con especialistas de selección de estos animales tanto en la dehesa extremeña, como en Ávila, Salamanca y Galicia».
La ternera suprema - Foto: Manu ReinaEste método de trabajo, que se ejerce día tras día, se traduce en entregar al carnicero la ternera más codiciada y mejor preparada, ajustándose personalmente a la demanda de un mercado cada vez más exigente. Al fin y al cabo, «se trata de ajustarnos al máximo en conocer a cada cliente y sus preferencias de consumo para mantener una relación comercial semana tras semana», explica el gerente de Amara Carnes Supremas, Abel Cerdá del Río. La presentación, frescura y calidad es «nuestra motivación diaria», recalca este empresario de 38 años de edad, que es natural del municipio conquense de Salmeroncillos, aunque afincado en la capital.
Esta empresa trabaja con las razas cárnicas más comerciales y que más demanda el mercado actual. Esas alianzas que mantiene con los ganaderos «nos permite disponer en todo momento de carne de diferentes cabañas ganaderas; como por ejemplo ternera de raza angus o ternera y vaca de Galicia con denominación, que son carnes muy demandadas por el consumidor final», detalla Abel Cerdá. En estos momentos distribuye a diario, tanto con sus vehículos propios de reparto como a través de agencias de transporte en frío para garantizar una entrega a nivel nacional en 24 y 48 horas.
Castilla-La Mancha. Abel Cerdá del Río tiene un compromiso con la región y ofrece facilidades para la entrega de sus pedidos a clientes en el territorio de Castilla-La Mancha, que no estén dentro de sus rutas comerciales actuales. El propietario de Amara Carnes Surpremas recalca que «no pretendo ser la empresa más grande, sino sentirme satisfecho con transmitir un valor de calidad al cliente».