Entre el 10 y el 16 de marzo, la Dirección General de Tráfico puso en marcha la campaña especial de vigilancia y control del uso del cinturón de seguridad y de los sistemas de retención infantil, tanto en vías urbanas como interurbanas. Los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil de Cuenca llevaron a cabo un dispositivo especial de vigilancia a través del que controlaron un total de 7.339 vehículos entre turismos, taxis, vehículos de mercancías y autobuses, a los que se han formulado 91 denuncias a conductores y pasajeros por no hacer uso del reglamentario sistema de retención.

Es importante señalar que el 75% de todas las denuncias fueron puestas en carreteras convencionales. La subdelegada del Gobierno, Mari Luz Fernández, ha señalado la conveniencia de «extremar más aún las precauciones en esas vías porque son las que registran un mayor número de víctimas mortales».

Así mismo, del total de las sanciones el 95,6% son por adultos mientras que el 4,3%, se trata de pasajeros menores de edad que hacían uso incorrecto del sistema de retención infantil o de sistemas que no eran los adecuados para el tamaño del menor.

Mari Fernández ha destacado la disminución de sanciones en los menores, «la mitad que en la misma campaña del año anterior» lo que implicaría «una mayor concienciación en el uso de los sistemas de retención». No obstante, la subdelegada ha subrayado que esa cifra tiene que «llegar a cero sanciones», porque respetar todas las normas es la mejor manera de proteger a los menores en sus desplazamientos. Del total de las denuncias, el 95,6% son en turismos, el 3,3% de vehículos en mercancías y el 1,1% en autobuses, destacando que ningún taxi fue sancionado por el uso indebido del cinturón de seguridad y de los sistemas de retención infantil.

En cuanto a los usuarios sancionados, de 91 sanciones,49 corresponden a conductores, de los que 45 lo son de turismos, tres de vehículos de mercancías y 1 de autobús. Del global de las sanciones impuestas a ocupantes de los vehículos, el 76,9% estaban situados en los asientos delanteros, mientras que el 23,1% lo estaban en los traseros. Esta campaña de la DGT se inscribe en la relevancia que supone el uso del equipamiento de seguridad para evitar las lesiones más graves en un siniestro de tráfico.