Con motivo de la puesta de largo del especial de Semana Santa de La Tribuna, Miserere, el próximo 8 de abril en el Museo Paleontológico, este diario rinde un pequeño pero sentido homenaje a personas comprometidas con el desarrollo, el engrandecimiento o la difusión de la Semana de Pasión. Así, La Tribuna reconoce, en la tercera edición de sus Premios Miserere, a Antonio Garrote, Berta López, Encarna Sanchíz, Blanca Benito y Antonio Pérez Valero.
Antonio Garrote. La historia de Cuenca es, en parte, la historia vital de Antonio Garrote, muy ligado al ámbito de la cultura y a ese icono único que es el Museo de Arte Abstracto, en el que empezó a trabajar en 1966 y que coordinó entre 1992 y 2019. Antonio ha ocupado varios cargos directivos en el seno de diferentes hermandades, hasta concurrir en estos últimos años como el férreo timón del Grupo Turbas. Infinidad de exposiciones, publicaciones y cartelería semanasantera llevan su nombre, directa o indirectamente, como génesis de las mismas, cosiendo como pocos su admirada Semana Santa y el arte.
Berta López. La periodista y escritora atesora dos décadas de trayectoria, mucho de ese tiempo ligado de forma magistral a la Semana Santa en La Tribuna, El Día, Las Noticias o Cuenca Nazarena, entre otros. También ha colaborado de forma puntual en medios como Onda Cero, TVE, Radio Nacional o con CMMedia en las retransmisiones de las procesiones. Desde 2013 manejas las riendas de forma magistral del gabinete de comunicación de la Junta de Cofradías, que ha llevado a cotas sobresalientes. López ha colaborado con las hermandades en infinidad de actividades y eventos. De hecho, la Negación de San Pedro le concedió su insignia de plata en 2017.
Encarna Sanchíz. Esta mujer ejemplifica como pocas personas el trabajo silente y constante de la 'trastienda' nazarena. Camarera de Jesús de las Seis desde hace unos 40 años, reconoce que la hermandad es «parte de mi vida». «Esta hermandad es la vida de Cuenca, no se entiende la Semana Santa sin el Jesús», comenta orgullosa. Defensora de la Pasión «castellana, sobria y tradicionalista» para Cuenca, tiene claro que su labor como camarera ha de hacerse desde «la coherencia y el respeto», y así, sostiene que ser quien vela las noches y los días del Jesús es una «gran honra».
Blanca Benito. Pertenece a esa necesaria estirpe de nazarenos que hace su trabajo de una forma anónima, solo por amor a su hermandad. Durante muchos años fue camarera de la Soledad del Puente hasta que en 2003 pasó a formar parte de la Comisión Ejecutiva de la Junta de Cofradías, siendo la primera mujer que ocupó un cargo directivo en la Junta de Cofradías que, hasta dicho momento, había sido una institución únicamente masculina. Su labor callada y constante, así como su trabajo diario para la comunidad nazarena hacen que Blanca se haya convertido en un ejemplo para todos.
Antonio Pérez Valero. Sin género de dudas, Pérez Valero es el gran referente de la Semana Santa conquense en la última parte del siglo XX y comienzos del XXI. Durante los años que presidió la Junta de Cofradías, por voluntad expresa de Monseñor Guerra Campos, dio un impulso a la misma, actualizando los estatutos que la rigen, aumentando la presencia en el tejido cultural de la ciudad y recuperando la capacidad de decisión de la institución nazarena sobre asuntos tan importantes como el pregonero y el cartelista. A esta labor se la añade la investigación sosegada y profunda sobre los orígenes de la Semana Santa conquense y de las hermandades que la componen, labor que se ha visto reflejada en la publicación de numerosos artículos de investigación y tres libros, que conforman un necesario marco de referencia para todos los investigadores del fenómeno nazareno conquense.