El Conquense vence por la mínima y con agonía al Navalcarnero

C. Artiaga
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La Balompédica rentabiliza al máximo su acierto de cara a puerta y logra un agónico triunfo frente al Navalcarnero (1-0), que falló un penalti en las postrimerías. Los blanquinegros fueron superiores en la primera mitad y sufrieron en la segunda.

El Conquense vence por la mínima y con agonía al Navalcarnero - Foto: Alfonso Fernández

Es difícil rentabilizar más los goles a favor. Se hace uno por partido –si es que se hace– y eso es suficiente para que el Conquense sume ya siete puntos en los primeros cinco partidos. 1-0 agónico contra el Navalcarnero en el estreno en La Fuensanta y tres puntos de oro para mantener la ilusión arriba. Victoria sufrida, sudada y con la suerte necesaria, pues los madrileños fallaron un penalti en las postrimerías. Hay que ganar como sea... y se así se hizo.

El Conquense no pudo empezar mejor. A por todas, sin remisión. Fruto de esa impetuosa salida, los blanquinegros tardaron dos minutos en abrir la lata. Recuperación de Yuya que conectó con Jairo, éste se la volvió a dar al nipón en la media luna para que asistiera a Raúl Caballero para el gol. Las ocasiones más claras llevaron la firma de la Balompédica, más allá de algún disparo que despejó muy bien un seguro Hormiga bajo palos. Así, pasado el cuarto de hora, 'Caba' estuvo a punto de hacer el segundo gracias a un lanzamiento a balón parado desde la esquina del área que se estrelló en la cruceta. Los de Cuenca, que plantearon el duelo con defensa de cinco, se divertían jugando. Y la parroquia local, también.

Un clara más en el 26', con una buena jugada al alimón por la derecha entre Etxebe y Yuya, que terminó resolviendo el lateral con un disparo que se marchó arriba por poco. Al filo de la media hora, el vertiginoso ritmo que impuso el Conquense desde el principio bajó un par de puntos de intensidad. Lógico, por otra parte, pues mantener ese listón era entre difícil e imposible. Llegaron algunas imprecisiones y los madrileños se hicieron con el balón. Tanto fue así, que a punto estuvo el Navalcarnero de igualar la contienda en el 38', pero salvó sobre la línea Marco Recuenco con un Hormiga ya vencido. Acción de valor gol para ganar el túnel de vestuarios con resultado favorable. Tras la reanudación, fueron los visitantes los que espabilaron.

En el 60' movió filas el entrenador almeriense. Un cambio fue obligado, ya que Titi dejó tocado su lugar a Bema Sina. También entró Sergio Rodríguez por Héctor Rubio. Los cambios no le sentaron nada bien a un Conquense que vio cómo el Navalcarnero no solo dominaba, sino que disponía de ocasiones para empatar. Más cambios en el 67'. Lo dejaron Jairo y Monterde y entraron Luis Castillo y Pablo Mendoza, que vio amarilla diez minutos después. El partido entró entonces en una fase de sesteo. Unos no podían y a los otros el paso de los minutos les beneficiaba…

Los últimos diez de juego, como es denominación de origen en este equipo, fueron de sufrimiento total, ya con Jesús Serrano en el campo y sin 'Caba'. El Conquense se hundió atrás más de la cuenta, y tanto fue el cántaro a la fuente que en una de esas un disparo golpeó en la mano de un defensor y el árbitro pitó penalti. La suerte, hoy sí, estuvo con Cuenca, pues el lanzamiento se fue al poste. ¡Qué padecer!