El resultado es «extraordinario». Elaborarlo en tan solo unos minutos es otra de las ventajas, además de ser un producto final «natural». El olor a «limpio» convence a la primera y si supone un «gran ahorro económico», mucho más. La cantidad producida incrementa el número de lavados a diferencia de hacerlo con un detergente directamente adquirido en tienda. Estas virtudes animan a Isabel Perpiñán a fabricar su propio jabón casero para lavadora desde hace unos años y el balance desde entonces es «muy positivo». Entre otras cosas, porque la ropa queda «totalmente limpia» y acaba con «todas la manchas».
Esta conquense afincada en Villar de Olalla, aunque es natural de Henarejos, coge un litro y medio de aceite reutilizado, varias bolsas de sosa cáustica, seis cazos de detergente cualquiera, limpiol, kalia y fairy. El proceso es ir mezclando todos estos ingredientes en un cubo pequeño y después en uno de «50 litros». A medida que cada elemento se va echando en los recipientes, «tenemos que triturar todo con una batidora industrial para que se unan unas cosas con otras». En esos pasos, «usamos agua caliente porque ayuda a mezclar todo».
Una vez que todos los componentes están en el recipiente es tan sencillo como «rellenar el cubo con agua fría hasta que resten cuatro dedos por debajo del borde». Ese espacio de diferencia es para que no rebose después, «porque con el paso de las horas se compacta todo y su volumen aumenta». La elaboración se hace en «apenas cinco minutos» y tan solo hay que esperar «24 horas para que el jabón casero esté listo para su uso». El resultado final es una «pasta» que «ni es líquida ni sirve para rallar». Isabel confiesa que a veces el producto final varía de color, ya que algunas veces es «rosa y otras blanco». También asegura que la razón es «por la forma de batir». «Entiendo, además, que es por la composición, pero da igual el color, porque su utilidad es la misma», detalla.
Lavado casero - Foto: Manu ReinaEl hecho de generar 50 litros de detergente permite a esta conquense tener suficiente material como para «seis meses», con el ahorro económico «importante» que supone, ya que «solo me cuesta 20 euros». En cambio, Isabel explica que se gastaba una media de diez euros cada vez que adquiría uno industrial en establecimientos y su uso se prolongaba apenas «cuatro asaltos que no me llegaban ni para un mes». Es una medida que ayuda a «ahorrar un poquito». Pero tiene más valor aún esa cantidad si «vas ahorrando un poquito de aquí y otro de allá».
Esta conquense lleva varios años fabricando su propio jabón casero, concretamente desde que su cuñada le envió la receta con los ingredientes y pasos a seguir. Es una hoja de ruta que tiene plastificada para no perderla nunca porque «desde que lo usé la primera vez me encantó». El resultado es tan «exitoso» que sus cuatro hijos acuden con un cubo a casa «cada vez que les comento que voy a hacer la elaboración».
El modus operandi de Isabel es coger «un cazo o cazo y medio» y echarlo directamente «en el tambor». Prefiere hacerlo en la misma ropa una vez está en el interior de la lavadora a diferencia de elegir la cajetilla que se usa normalmente. Cuando acaba el proceso de lavado, la ropa sale «muy blanca y esponjonsa, totalmente limpia y sin manchas, con un olor increíble». Cuando tiene que lavar indumentaria manchada, frota con la pasta en la zona y la batalla por acabar con la suciedad está ganada. Otra de las ventajas es que «puede usar el jabón tanto para ropa oscura como para clara». Sin olvidar tampoco que «no perjudica a la lavadora porque llevo usándolo muchos años y nunca me ha dado problemas, ya que no lleva muchos componentes y tampoco es agresivo».
Más fotos:
Recomendación. La experiencia es un grado y ella habla con argumentos, por lo que insiste a la hora de recomendar el detergente casero para la lavadora. Incluso aconseja, aunque eso ya depende de cada uno, usar un suavizante en el proceso de elaboración como un ingrediente más. Si bien es cierto que «olería todavía mejor, pero tampoco es imprescindible porque ya de por sí solo el olor que desprende en la ropa es extraordinario».