La Balompédica regresó a la competición liguera con derrota por la mínima en su visita a la UD Melilla. Un gol de Tovar en el tramo final del partido quebró la racha de tres victorias consecutivas de los chicos de Rober Gutiérrez en un partido que se disputó en el municipal Álvarez Claro y en el que a los blanquinegros les pasó factura el esfuerzo del partido de miércoles ante el Ibiza en la Copa del Rey. Antes del inicio de encuentro se guardó un emotivo minuto de silencio por los fallecidos a consecuencia de la DANA
Sobre el papel, se enfrentaban dos equipos con trayectorias distintas. Por un lado, la UB Conquense, que ocupaba la sexta posición en la clasificación regular, con tres victorias consecutivas en liga, y por el otro lado la UD Melilla, equipo en puesto de descenso y con una única victoria en lo que va de campeonato.
Pero otra cosa distinta son las diferencias en el terreno de juego. Tras el esfuerzo del miércoles en el partido de Copa, Rober Gutiérrez introdujo algunas modificaciones en el once titular. Es una plantilla corta, pero desde el pitido inicial los blanquinegros mostraron sus intenciones, fiel a su esquema de defensa de cinco, con tres centrales y dos carrileros, dos medias punta y Caballero en la delantera.
Derrota por la mínima en MelillaLa UD Melilla comenzó tocando el balón con los conquenses presionando en la parte alta con la intención de aprovechar cualquier despiste. A los cinco minutos, Caballero tuvo la primera oportunidad, que terminó en córner con un remate de Titi. Durante los primeros compases, esa fue la tónica de un encuentro en el que los unionistas se acercaron en un par de ocasiones. El cuadro local dominó el juego durante muchos minutos en la primera parte ante un Conquense bien plantado. Tocaban y tocaban, colgando balones al ariete peruano Jeisson, pero sin causar grandes problemas a Bernabéu. A los 20 minutos, un envío de Yuya estuvo a punto de llegar a las botas de Jairo. Por su parte, los unionistas insistían en llegar a la puerta del Conquense, pero sin claridad. También, un contragolpe del Melilla en el minuto 27 dio un susto a la zaga del Conquense.
En el minuto 30, unas molestias en la rodilla izquierda, llevó al colegiado a interrumpir el encuentro. Tras la intervención de las asistencias, Bernabéu se reincorporó a juego sin problemas. Los melillenses disfrutaron después de una clara ocasión en el minuto 34 con un pase desde la banda derecha que la zaga conquense despejó a córner. En los minutos finales de la primera parte, la UD Melilla apretó más el acelerador, ante un Conquense que comenzaba a necesitar aire. Así se llegó al final de los primeros 45 minutos con empate a cero en el marcador, tras dos minutos de tiempo añadido.
La segunda parte comenzó con el cambio de Yuya por José Álvarez y una dura falta sobre Héctor Rubio, con tarjeta amarilla para un jugador rival. El Conquense salió más incisivo de los vestuarios y una falta a unos metros de la frontal que lanzó Caballero se marchó por encima de la portería de la UD Melilla. Sin embargo, en el minuto once una serie de errores defensivos de la zaga blanquinegra dieron una buena oportunidad a los melillenses. A los 14 minutos de juego, Rober introdujo dos cambios en el equipo con la entrada de Castillo por Caballero y Antonio Fernández por Jairo, con la intención de mantener la presión en la parte alta. Precisamente, Fernández recibió poco después la tarjeta amarilla tras llegar tarde en una entrada a un rival.
Derrota por la mínima en MelillaA los 28 minutos, el Conquense tuvo la mejor oportunidad tras un remate al palo de cabeza de Álvarez, a pase de Sergio Rodríguez. Sin embargo, la ley del futbol se cumplió y quién sí aprovechó su oportunidad fue la UD Melilla. Tras un córner discutible, el Melilla logró el primer y único gol tras una cabezazo de Tovar a los 35 minutos de juego.
La reacción del banquillo tras ese mazazo fue introducir a Mendoza y Jesús Serrano. Sin embargo, el gol hizo daño al Conquense ante un Melilla que controló el juego hasta el pitido final, que se prolongó durante siete minutos debido a las continuas interrupciones del juego