Los ángeles giran alrededor de la creación literaria de Mónica Villarejo, autora que es todo un exponente de la literatura fantástica. Acaba de publicar La maldición de un ángel (Letrame Ediciones), tercera parte de una trilogía en la que abundan ángeles y seres mitológicos.

Si en El castigo de un ángel (2017) se explica la razón de ese castigo y en el segundo, Desde los ojos de un ángel (2017), profundiza en la historia de cómo se llegó a esa situación, en esta tercera parte la escritora cierra los flecos abiertos. «Es un libro que apareció más por petición de mis seguidores, ya que me decían que había cosas que se quedaban un poco abiertas, como la trama de los personajes», explica Villarejo a La Tribuna. Para ello urde una trama que gira en torno a cuatro amigos que se enfrentarán a las criaturas que atormentan sus pesadillas desde hace tiempo y una vez más, se tendrán que ver las caras con los arcángeles del cielo. 

El castigo de un ángel es un ejemplo más del tirón que tiene el género fantástico entre los lectores y en el que Mónica Villarejo tiene muchos seguidores. «Cuando vi el éxito de mi libro, todo el mundo me decía lo mismo, que es fantasía mezclada con mitología griega y eso no se ha visto muchas veces». Utiliza una receta que no falla a la hora de escribir porque «mezclo sirenas, minotauros... casi todas las criaturas de la mitología griega salen en el primer libro y en La maldición de un ángel también se vuelven a nombrar». Villarejo subraya que sus novelas están muy enfocadas al público joven, un género en el que abundan títulos y lectores. «Creo que lo que más llama a los lectores jóvenes es la fantasía, el romance y los vampiros, que han vuelto a estar de moda».

Precisamente, la fantasía y La maldición de un ángel sirven como inspiración de su próxima obra, en la que Cañete, donde reside la escritora, tendrá protagonismo. «Va a ser una novela de fantasía total también y estoy utilizando el pueblo de Cañete como un escenario real». Mónica nació en Bailén (Jaén) y lleva más de una década residiendo en este pueblo de la Serranía Baja. «Quiero que sirva como un homenaje al pueblo porque llevo muchos años creciendo aquí».

La inquietud de escribir despertó muy pronto en Villarejo, que pese a su juventud atesora ya varios premios literarios. A los 14 años, cuando todavía estaba en el instituto, comenzó a escribir El castigo de un ángel y desde entonces no paró. «Yo era una persona que no sabía tener las manos quietas y, tal vez, mi pasión por la escritura viene de eso, de que me sentaba en mi sofá con una libreta y empezaba a escribir historias», asegura. El día 28 de marzo, Villarejo presentará La maldición de un ángel en el Centro Cultural Aguirre.