El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña absolvía hace unos días al exfutbolista Dani Alves del delito de agresión sexual, por el que había sido condenado a cuatro años y medio de cárcel, de los que ya había cumplido algo más de uno.
Una sentencia absolutoria que ha desatado todo tipo de críticas, especialmente de ciertos sectores de la sociedad, que ven en esta decisión un duro golpe a la confianza de las mujeres en el sistema judicial y, en consecuencia, a denunciar ante los tribunales cualquier abuso o agresión sexual.
Un paso éste que, por cierto, sí han dado en 2024 más conquenses que nunca. Y es que los juzgados de la provincia han recibido durante el pasado ejercicio un total de 632 denuncias por violencia de género, 173 más que en el año anterior, lo que supone un incremento interanual del 37,7%, según los datos ofrecidos por el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
- Foto: Elaboración propiaPero, por si esto fuera poco, echando la vista atrás, indicar que esas 632 denuncias superan en un 8,2% las de prepandemia, cuando en 2019 se llegó a las 584, y en un 44,6 las 437 de 2015. No en vano, estamos hablando del volumen de denuncias de este tipo más alto registrado en la serie histórica, desde 2003.
A fondo. El CGPJ contabiliza en este último informe 618 víctimas de violencia de género en la provincia, de las que más de la mitad, 336 (54,4%) son mujeres de nacionalidad extranjera, mientras que las 282 restantes son españolas. Nada que ver con lo registrado el ejercicio anterior, cuando las víctimas extranjeras representaban el 43,6% del total, frente al 56,4% de las españolas.
La práctica totalidad de las denuncias de este tipo, 572, se presentaron a través de un atestado policial, mientras que 27 fueron las propias víctimas las que acudieron a los juzgados y en 33 se conocieron por un parte de lesiones.
- Foto: Elaboración propia.A tenor de la cifra récord de denuncias por violencia sobre la mujer a acumuladas a lo largo del pasado ejercicio, no es de extrañar que el número de éstas por cada 10.000 habitantes se haya elevado a niveles nunca vistos, con 31,8, casi nueve más que en 2023 y diez por encima de las 21,4 de hace una década.
Evolución prácticamente calcada al número de denuncias de este tipo por cada 10.000 mujeres, que se ha elevado a 64,1, mientras que en 2023 se quedó en 46,6 y diez años atrás en 43,2.
Las personas enjuiciadas por este tipo de delitos se ha elevado al medio centenar, al igual que en el ejercicio anterior, si bien en este caso no han sido todo hombres, sino que se han juzgado a 48 acusados y a dos mujeres, que, por cierto, fueron absueltas.
Las órdenes y medidas de protección de las víctimas ejecutadas en este periodo ascendieron a 199, casi un 60% por encima de las 125 de 2023, un 12,4% más que en prepandemia y supera en un 22,8% las 162 de hace diez años.
Una de cada cuatro órdenes de protección, 86 (39,3%), tenían como denunciado a una persona que había tenido una relación afectiva con la víctima, pero ya no era así. El 27% (59), por su parte, eran el cónyuge; el 21% (46) se trataba de una relación afectiva y el 13% restante (28), el excónyuge.
Partidos judiciales. En cuanto a estas cifras por partidos judiciales, indicar que, como es de esperar a tenor de su mayor población, el de Cuenca es que más denuncias y órdenes de protección registra y el que menos, San Clemente.
Eso sí, en todos ellos, se ha experimentado un incremento generalizado de ambas cuestiones.
De tal manera, que Cuenca ha acumulado 299 denuncias, un 47,3% más que en 2023; Tarancón, 163 (+40,5%); Motilla del Palancar, 96 (+39%); y San Clemente, 74 (+21,3%). Y, en cuanto a órdenes, en Cuenca se cifran en 100 (+43%); Tarancón, en 34 (+112,5%); Motilla, en 43 (+65,4%); y San Clemente, en 22 (+69,2%).