El épico viaje de la ganadería de Alicia Chico

Redacción
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El Círculo Taurino de Cuenca acompaña a la ganadería de Alicia Chico en una de las etapas de su trashumancia, por la Vereda de los Serranos de la Cañada Conquense

El épico viaje de la ganadería de Alicia Chico

La ganadería de reses bravas de Alicia Chico es la única en España que realiza la trashumancia de largo recorrido, desde la finca Valle Cabriel de Frías (Teruel), ubicada en la sierra de Albarracín, hasta la finca de El Pendoncillo de Vilches (Jaén), atravesando cinco provincias, siendo la de Cuenca la más amplia en su discurrir.

Un viaje épico, único, romántico y extremadamente duro de la mano del mayoral de la ganadería, Tomás González, heredero del legado de la ganadera Alicia Chico, el cual junto a sus vaqueros y su gente de confianza guían a más de 400 reses bravas durante 500 kilómetros en una aventura sin precedentes en la Tauromaquia actual.

Caminar que durará más de un mes y que volverá a escribir un episodio más de la historia milenaria que mantienen viva cada año esta ganadería con nombres propios.

El épico viaje de la ganadería de Alicia ChicoEl épico viaje de la ganadería de Alicia Chico

Un grupo de aficionados del Círculo Taurino de Cuenca ha querido compartir momentos de una etapa por la Real Cañada Conquense con la ganadería de Alicia Chico en su trashumancia, actividad que la Unesco ha declarado como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Tomás González, junto a su hermano Eleuterio, sus vaqueros y gente de confianza han recibido a estos aficionados conquenses. Han compartido conocimientos como los grandes beneficios de la trashumancia en nuestro ecosistema, ilusiones, experiencias y sueños de esta ganadería en la que crecen reses de encastes Santa Coloma, Buendía y Arranz, y que conforman un total de tres hierros: Alicia García, Alicia Chico y Valdelarina.

El épico viaje de la ganadería de Alicia Chico
El épico viaje de la ganadería de Alicia Chico

No hubo despedida a la luz de la lumbre, sino muestras de agradecimiento y la esperanza del reencuentro, porque este viaje sentimental no acaba. El último ganado bravo trashumante de España regresará el año que viene por la misma senda, dejando huella en la provincia de Cuenca con sus reses, ilusiones renovadas que comenzarán con el final de la primavera y esperando que los aficionados taurinos conquenses se crucen en su camino.