Casi dos conquenses al día dan positivo al volante por alcohol

J.L.E.
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Los expedientes sancionadores en lo que va año en la provincia a conductores que superan la tasa legal de 0,25 disminuyen pero crece la presencia de drogas al intensificar los controles

El conductor de un vehículo se somete a una prueba de alcoholemia en un control de la Guardia Civil en las inmediaciones de la capital - Foto: Manu Reina

Uno de los mayores riesgos a la hora de conducir es hacerlo bajo los efectos del alcohol o las drogas, dos infracciones habituales. Además de estar detrás de muchos accidentes mortales, el alcohol y las drogas son motivo de numerosas denuncias a los conductores que cometen estas infracciones al volante. De hecho, el año pasado, 1,6 conductores al día fueron sancionados en las carreteras conquenses por superar la tasa de alcoholemia que establece unos límites máximos de ingesta de alcohol.

En concreto, según datos facilitados por la Dirección General de Tráfico (DGT), los expedientes sancionadores en 2023 en la provincia por dar una tasa positiva de alcohol al volante ascendieron a 601, lo que supone esa media de 1,6 al día. La cifra es inferior a la de 2022 cuando sumaron 804. Este año, hasta el día 9 de octubre, suman 439. Son 39 menos que en el mismo periodo de 2023, cuando la DGT contabilizó 478, un ocho por ciento menos. En 2022, se abrieron en Cuenca 647 expedientes. 

«Los datos demuestran que el alcohol está detrás de manera recurrente de los siniestros mortales en las carreteras», recuerda Ana María Zúñiga, jefa provincial de Tráfico. Y es que el 44% de los siniestros viales mortales que se produjeron en 2023 en las carreteras de la provincia tuvieron como factor concurrente el consumo de alcohol al volante. Además, sobre el debate abierto acerca de la conveniencia de disminuir la actual tasa de alcohol al volante de 0,5 gramos por litro en sangre a 0,2, Zúñiga es muy contundente y afirma que «la única tasa de alcohol que es segura antes de ponerse al volante del coche es la tasa cero». 

Por otra parte, uno de los datos más llamativos desde 2022 sobre expedientes sancionadores de alcohol y drogas es el aumento de éstos últimos, que incluso superan a las multas por beber al ponerse al volante. No obstante, hay una explicación. «Es importante comprender que el ascenso del número de expedientes por drogas se debe, en gran medida, al aumento del número de test realizados a consecuencia de la intensificación del control de consumo de drogas en carretera», incide Zúñiga.

Los datos de la DGT avalan esta afirmación y son suficientemente elocuentes porque solo en lo que va de año las sanciones en la provincia las drogas detectadas en los conductores ascienden a 684, un seis por ciento más que en el mismo periodos de 2023. La intensificación de los controles y de los test se nota en la estadística de la DGT. El año 2023 cerró con 840 expedientes sancionadores por drogas mientras que en 2022 fueron 277.

De la calle, al Congreso. Las distracciones al volante y el consumo de alcohol o drogas al volante están detrás de la mayoría de accidentes mortales de tráfico en las carreteras españolas. Por este motivo, el Ministerio del Interior, a través de la DGT, quiere cambiar la norma y reducir la tasa de alcohol permitida al volante. Esta cruzada contra el alcohol para reducir la siniestralidad vial en las carreteras españolas impulsó hace unos meses al ministerio que dirige Fernando Grande-Marlaska a adoptar medidas.

El debate sobre las medidas que hay que tomar para evitar el consumo de alcohol al volante llegó esta semana al Congreso de los Diputados. La mayoría de grupos respaldaron el martes la propuesta del Gobierno de rebajar la actual tasa de alcohol al volante de 0,5 gramos por litro en sangre a 0,2 (0,1 miligramos por litro de aire aspirado). El Pleno de la Cámara Baja debatió una proposición no de ley del Grupo Socialista en ese sentido, a la que el PP presentó una enmienda en la que propone que se refuercen las campañas específicas sobre los riesgos del alcohol al volante, se incrementen los mecanismos de sensibilización y se definan estrategias concretas para los reincidentes, entre otras medidas.