El Manifiesto por el desarrollo sostenible de la «NUTS no administrativa» Montes Universales, elaborado por la Asociación Instituto de Investigación y Desarrollo Rural Serranía Celtibérica, ha sido presentado a la Directora de la Red Española de Centros de Innovación Territorial, María Martos Pérez, en el marco del IV Congreso de la Red de Universidades Serranía Celtibérica, celebrado en Cuenca los días 27 y 28 de septiembre.
Recogiendo el sentir de los habitantes del territorio de la Serranía Celtibérica, donde confluyen Teruel, Guadalajara y Cuenca, la experta Pilar Burillo Cuadrado ha identificado los Montes Universales con la zona montañosa situada en el trifinio de estas provincias o «NUTS administrativas», término acuñado por la Comisión Europea en el Reglamento 1059/2003 para establecer una «Nomenclatura Común de Unidades Territoriales Estadísticas». Pero también define el concepto de «NUTS no administrativas», que se deben delimitar por agregación continua de entidades locales, configurando un territorio con entidad, avalado por sus «circunstancias económicas, sociales, históricas, culturales, geográficas o medioambientales».
Los Montes Universales son, pues, una «NUTS no administrativa» que agrupa a 76 entidades locales. Delimitados sobre la cota de 1.200 sobre el nivel del mar, presentan una extensión de 5.379,07 km2, superior a la de Baleares, Rioja o Cantabria, pero sólo tienen un censo, con datos de 2019, de 7.628 habitantes, lo que da una densidad de 1,41 hab/km2, que disminuye a 0,85 hab/km2 si se tiene en cuenta la población residente. Lo que convierte a los Montes Universales en la «Zona 0 de la despoblación europea», desplazando a la Laponia Finlandesa, con 2,00 hab/km2, territorio siempre despoblado por causas estructurales, por su climatología ártica.
La situación social, económico y territorial de los Montes Universales es extrema, fruto de una continuada acción de «discriminación sistémica» o de «demotanasia». Con una fuerte desestructuración de su sistema de poblamiento, pérdida de servicios, una altísima tasa de envejecimiento, el 580.28% (la media de España es del 122,88%), y una falta de relevo generacional, los menores de 15 años son sólo el 5,80% de la población, lo que augura la «extinción de la especie humana» en la mayor parte de su territorio, en fechas próximas.
Por todo ello, con el objetivo de impulsar una política de repoblación, un desarrollo socioeconómico no especulativo y sostenible, basado en los recursos endógenos, promoviendo la colaboración para generar un empleo digno y duradero, para evitar la total desertización del territorio, y con ello la desaparición de la población que sustenta su sector agroalimentario y la memoria milenaria de la mayor parte de sus municipios, lo que supondría la desaparición de la cadena de custodia y de identidad del territorio, de su cultura popular y de su rico e irreemplazable patrimonio inmaterial, natural y cultural, se propone que los Montes Universales deben ser declarados de forma urgente en situación de Catástrofe Demográfica, aplicando a sus habitantes lo estipulado en los artículos 174 y 175 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea.
En lo económico, los Montes Universales deben tener el mismo trato que se dispensa a Laponia en los fondos de carácter estructural por tener una densidad inferior a 8 hab/km2. Y en aplicación del Reglamento (UE) 2021/1060 deben ser destinatarios de una «Inversión Territorial Integrada».
Pero sólo con inversiones económicas no se puede generar empleo, como lo demuestra el total abandono del Polígono Industrial de Orihuela del Tremedal, que con sus 463 habitantes es el municipio más poblado de los Montes Universales, su capital. Para atraer empresas que generen puestos de trabajo se debe contar con los mismos beneficios fiscales que disfrutan los 2.172.994 habitantes de Canarias, en razón de su insularidad ultraperiférica.
Esto es, unas ayudas estatales de finalidad regional del 60% a las grandes empresas de nueva creación, del 70% para las medianas y 80% para las pequeñas (y no las del 20% ya otorgadas a Teruel y Soria). Un impuesto de sociedades del 4% y una reducción hasta del 90% de los beneficios netos no distribuidos, entre otros.
Un Impuesto General Indirecto o IVA similar al canario, general del 7%, del 3% para industrias como la maderera y transportes, del 0% en productos sanitarios, viviendas de protección oficial y en la potencia y energía de la factura de la luz.
Una Política Agraria Comunitaria (PAC) similar al POSEICAN canario y que suponga, en cifras actualizadas, un pago por oveja de 21,06 euros, y no los 11,83 que recibieron los ganaderos de los Montes Universales, en la etapa 2014-2020.
Ayudas a las personas residentes para sus desplazamientos a los centros de servicios y ocio existentes en la cabeceras de comarca y capitales de provincia. Y establecer complementos salariales y beneficios fiscales a médicos y funcionarios que residan más de la mitad del año en los Montes Universales.
Además, los Montes Universales cuentan entre sus riquezas dos que deben ser compensadas. Una es el agua, pues con los ríos que nacen en su territorio se alimenta el trasvase Tajo-Segura, sin que la Cuenca Hidrográfica del Tajo revierta parte de los beneficios que genera. Otra son las toneladas de CO2 que absorbe su extensa masa forestal, una de las mayores concentraciones europeas, cuya cuantificación se está realizando desde el Instituto Serranía Celtibérica.