"Me comunico intensamente en 'Burro' con los espectadores"

J.L.E.
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El actor Carlos Hipólito llega hoy al Teatro Auditorio con 'Burro', propuesta en la que interpreta a un asno que observa a la humanidad desde hace 6.000 años

Carlos Hipólito, durante la representación de ‘Burro' - Foto: Patricia González

Un burro de 6.000 años de antigüedad se pasea esta tarde por el escenario del Teatro Auditorio José Luis Perales (20,30 horas) para contar la historia de la humanidad a través de sus ojos. Burro es precisamente el título de la obra que llega a Cuenca con el actor Carlos Hipólito como protagonista y en la que «los espectadores van a ver un espectáculo hermoso y lleno de magia teatral». Burro tiene estructura de monólogo y Carlos Hipólito, como «burro narrador que cuenta su historia al público», está acompañado por tres músicos en escena, dos de los cuales también son actores.

Al hilo del relato del asno, Hipólito interpreta a catorce personajes que están resueltos con un pequeño matiz de voz y de gestos, pero que obligan al intérprete a una gran exigencia física y vocal. Sin embargo, admite que interpretar este papel «es un regalo porque me permite comunicar emocionalmente con los espectadores de una manera muy intensa».

Hipólito afirma que en Burro llevan a cabo una alegoría de los movimientos que puede hacer un burro, hasta del aire que desplaza. «Es curioso, porque hemos tenido muchos espectadores y muchas veces nos dicen 'parece que de verdad vemos burros', relata satisfecho.

El planteamiento de la obra es sencillo. Arranca con un burro atado a una estaca que asustado, mientras se acerca un incendio forestal, empieza a hablar de su vida a su sombra para tranquilizarse. Se inicia así un viaje tragicómico que explora los grandes textos clásicos sobre el asno y la intensa relación entre el animal y el ser humano. «Por un lado, tenemos la historia de nuestra raza, los seres humanos, y por el otro lado es un paseo literario por obras clásicas que es una delicia, y todo eso trufado con la música y las canciones, con lo que se configura un espectáculo muy especial, bonito, especial, tierno y divertido», indica Hipólito.

El texto de Burro, «de una belleza enorme, desde el punto de vista poético y literario», es de Álvaro Tato, mientras que la dirección corre a cargo de Yayo Cáceres, que además ha compuesto la música para la obra. «El resultado es que entre al autor y el director han conseguido armar algo muy especial y diferente al teatro convencional». 

Reividicación del burro. El actor madrileño incide en que la obra sirve de reivindicación por el trato que recibido los burros y que en la obra se le da voz a a un animal que ha sido tan maltratado por lo humanos. «Los burros llevan con nosotros desde siempre y no son considerados como un animal de compañía, han sido la herramienta, un animal fuerte que se usó para carga piedras, arrancar troncos, los cultivos, pero cuando el mundo se mecanizó se les olvidó», lamenta Hipólito. 

Además, rechaza que alguien decidiera hace siglos que burro era sinónimo de tonto. «No es nada tonto, es terco, que es otra cosa, es terco cuando sabe que tiene razón y es un animal listo, capaz de aprender muchas cosas, con una enorme emotividad». No es la primera vez que Carlos Hipólito interpreta a un animal porque ya lo hizo en Historia de un caballo, lo que le lleva a bromear cuando asegura que «alguien pensará que he bajado en el escalafón, pero el burro es un animal maravilloso».

La obra empieza en tiempos remotos y discurre por el periodo romano, la edad media, el Siglo de las Luces, la revolución Industrial, el siglo XX el XXI y todo esto se aliña con obras clásicas de la literatura universal que tienen al burro como protagonista. En este sentido, lo hace a través de escenas y fragmentos de fábulas de Esopo, El asno de oro, de Apuleyo; Misa del asno y Testamento del asno (anónimo); Disputa del asno, de fray Anselmo de Turmeda; Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes; y Platero y yo, de Juan Ramón Jiménez. Precisamente, Carlos Hipólito indica que «uno de los momentos más conmovedores y hermoso» de la función es cuando aparece Platero.