El Conquense, por fin, ya sabe lo que es ganar más allá de los límites de La Fuensanta. Adiós prejuicios... Los blanquinegros se impusieron por 0-2 al Colonia Moscardó tras un muy buen partido en todas sus líneas y en muchas facetas del juego. Con esta victoria, la nave que comanda Rober Gutiérrez da un golpe en la mesa muy importante y confirma, no solo una buena tendencia, sino también demuestra que va a dar mucho de qué hablar. Triunfos como éste dejan ver que mantener la categoría es más que posible, a pesar de todos los pesares. Que no son pocos, por cierto.

Tras unas primeras ocasiones por parte de la Balompédica gracias a dos jugadores incombustibles y notables en el choque frente al Moscardó, Yuya y Raúl Caballero, llegó el primer gol de los visitantes. El 'pelotero' nipón, el mejor en lo que llevamos de temporada, abrió el marcador en el minuto 40 tras una buena jugada colectiva y una mejor definición por encima del portero. Los de Cuenca se ponían por delante y así se ganó el túnel de vestuarios.

En el descanso, Rober movió sus filas a las primeras de cambio, y dio entrada a Jairo Cárcaba por Luis Castillo. El Conquense mantuvo el nivel y el ritmo de juego. Superior en todo momento y en todas las áreas del terreno. Fruto de ese dominio llegó el 0-2 por mediación de Sergio Rodríguez. A los diez minutos de la reanudación, sin apenas tiempo de reacción, Joan Monterde firmó una gran jugada por la banda derecha, y es que cuando parecía que le iba a pegar, se la dejó al lateral al borde del área para hacer el segundo de la tarde y poner la suficiente tierra de por medio para pensar que los tres puntos se venían para la ciudad de las Casas Colgadas.

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Tras el tanto, doble cambio en las filas balompédicas. Entraron al terreno de juego Antonio Fernández y José Álvarez, se retiraron Caballero y Héctor Rubio. Entonces llegaron unos muy buenos 15 minutos en esta segunda parte del Conquense que siguió generando ocasiones para lograr ampliar la ventaja en el marcador. Todo estaba bajo control. Más cambios en el 70'. Se retiró el gran Yuya y entró Etxebe. Acto seguido, el equipo del barrio madrileño de Usera se quedó con uno menos y los de Cuenca tuvieron opciones para ampliar su ventaja. Jairo, de hecho, pudo hacer el 0-3 al quedarse solo ante el guardameta, aunque, eso sí, los madrileños también tuvieron una ocasión para recortar distancias y meterse en el partido. El Conquense, ahí, se salvó de milagro. El marcador ya no se movió y así finalizó el choque.