La Fundación Antonio Pérez ha solicitado una ayuda al Consorcio para rehabilitar el antiguo convento de las Carmelitas, actual sede de la FAP, a través de un proyecto repartido en tres fases diferentes que suman una inversión total de más de 855.930 euros.
La primera fase cuenta con un presupuesto de 281.417 euros y pretende renovar la carpintería exterior que se encuentra en mal estado de conservación y cuya restauración resulta inviable debido a su avanzado estado de deterioro. También se va a suprimir la carpintería metálica y se va a actualizar con nuevos vidrios para mejorar la envolvente térmica. También está previsto adecuar el sistema de calefacción con la renovación de la caldera y extender el sistema de climatización a espacios que actualmente no lo tienen, como el sótano.
La segunda fase está dotada con 291.332 euros y va a servir para la revisión y restauración de las fachadas exteriores y, fundamentalmente, las volcadas a la Hoz del Huécar. Su ubicación ha impedido cualquier labor de conservación y mantenimiento durante las últimas décadas. Esta actuación también contempla la supervisión y revisión de la cubierta de teja cerámica curva tradicional, de forma que se recupere la configuración del tejado y se garantice la estanqueidad del mismo.
Por último, la tercera fase contempla 283.930 euros que irán destinados a la revisión del sistema de iluminación para su adecuada configuración compatible con la naturaleza museística del inmueble.
Dinamización. La diputada provincial de Cultura, María Ángeles Martínez, destaca en La Tribuna que el edificio «es un convento del siglo XVII y, aunque se hizo una obra maravillosa hace 30 años, va necesitando una restauración, un mantenimiento, un cambio de diferentes espacios y es lo que se va a hacer de manera inminente por parte del Consorcio de la Ciudad».
Asimismo, resalta que el objetivo es conseguir que las sedes de la FAP en Cuenca, Huete, San Clemente y, próximamente Tarancón, sean «centros culturales vivos donde germinen nuevas experiencias y nuevos proyectos; es un objetivo que se está cumpliendo gracias al respaldo de la Diputación y a un presidente como Álvaro Martínez Chana que ha creído en ello».