Tradición en miniatura

Manu Reina
-

El Colegio La Milagrosa, como cada Viernes de Dolores, saca una veintena de 'pasetes' infantiles en su particular procesión en la que se involucra toda la comunidad educativa

Tradición en miniatura - Foto: Reyes Martínez

Cada Viernes de Dolores, el Colegio La Milagrosa se convierte en escenario de una celebración única que une tradición, fe y comunidad escolar: la procesión de pasetes infantiles. Hoy, a partir de las 11,30 horas, los alrededores del centro escolar se llenarán de música, emoción y pequeños pasos procesionales llevados con orgullo por sus protagonistas más jóvenes, los alumnos del colegio.

El recorrido, que partirá desde el patio del centro, discurrirá por las inmediaciones del colegio y por parte del Hospital de Santiago, para regresar de nuevo al punto de partida. Será una cita multitudinaria y profundamente simbólica, en la que participarán los 203 alumnos del centro, desde Educación Infantil hasta sexto de Primaria.

Isidro García, director del colegio, explica que se trata de «una cita muy esperada por toda la comunidad educativa». Es, además, «el broche de oro al segundo trimestre y también el inicio del periodo vacacional». Y es que, cabe recordar que «aquí en Cuenca, la Semana Santa se vive con mucha intensidad, y en el colegio no es diferente».

Tradición en miniaturaTradición en miniatura - Foto: Reyes Martínez

En total, serán cerca de 20 pasos los que desfilen en esta peculiar procesión en miniatura. Reproducciones fieles de los pasos que recorren las calles de Cuenca en Semana Santa, desde Jesús del Huerto, Jesús de Medinaceli, la Soledad del Puente, el Descendimiento, hasta Jesús Amarrado a la Columna, entre otros. Muchos de ellos han sido donados por las familias del alumnado o se  elaboraron en casa y trasladados estos días al centro. «Algunos se repiten, claro, pero eso no quita valor a la emoción. Los niños se preparan durante semanas. Llevan los pasos como si fuera la procesión oficial, y para ellos es un orgullo muy grande», comenta el director. Además, el acompañamiento musical no faltará: un altavoz reproduce marchas procesionales, y varios alumnos de cuarto de Primaria tocarán una saeta con instrumentos como saxofones, viola o incluso un fagot. Un despliegue que mezcla devoción y talento musical.

La ilusión es palpable también entre los estudiantes. Adrián Fernández señala que lleva el Santo Entierro, «que lo ha hecho mi padre». Lo tienen en su casa, pero mañana «lo bajamos al patio para la procesión». Esta procesión «me hace mucha ilusión porque soy nazareno». Juan Carlos Bascuñana, por su parte, incide en que «lo más emocionante es que lo vamos a sacar como si fuera una procesión oficial». Y es que se trata de «una procesión de mayores, pero hecha por nosotros».

Marta Marcilla, también muy involucrada, asegura que «ya sabemos cómo se hace, lo hemos hecho muchas veces». Todo está preparado y tan solo falta que la gente venga a verlo porque «es muy bonito, es como una procesión grande, pero con niños y en pequeño», asegura.

Tradición en miniaturaTradición en miniatura - Foto: Reyes Martínez

En total, se espera que más de 350 personas se congreguen hoy en torno a esta cita escolar de fe, entre familiares, docentes y alumnos. Y como resalta Isidro García, «es una actividad muy integrada en nuestra identidad cristiana, y los niños la viven con muchísima intensidad». 

Con cada pequeño paso, los alumnos de La Milagrosa no solo procesionan, sino que rinden homenaje a una tradición que trasciende generaciones. Y lo hacen con el respeto, el fervor y la alegría que solo los niños pueden transmitir.