Las buenas previsiones con los cereales se rebajan

J.L.E.
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Las buenas sensaciones del invierno se reducen aunque se estima que la producción rebasará las 700.000 toneladas, muy superior a la del año pasado, que fue muy mala

Imagen de una parcela de cereales de invierno cuyo ciclo de crecimiento está llegando a su fin a la espera de que comience la cosecha - Foto: E. León

El campo de Cuenca espera una buena cosecha de cereal en las próximas semanas gracias a la lluvias que cayeron en marzo, aunque la meteorología de abril y mayo reduce un poco las previsiones por la ausencia de precipitaciones.Además hubo heladas y en algunos  lugares de la provincia están apareciendo los síntomas de los cereales de invierno porque la espiga coge con rapidez un color blanquecino.

«Veníamos con buenas sensaciones durante el invierno y el principio de la primavera, pero estamos preocupados porque no sabemos cuál va a ser la producción final», explica Manuel Torrero, secretario general de Asaja en Cuenca. Así que habrá que esperar un poco, ya que la cosecha todavía no ha comenzado, para conocer los resultados. «El invierno ha sido mejor que el año pasado, más lluvioso, más suave de temperatura, pero lo que pasa es que abril y mayo nos han dejado un poco a la expectativa porque han sido dos meses muy secos y ha habido heladas», indica el responsable provincial de Asaja. Por tanto, las expectivas de cosechas de cereales en la provincia se ha reducido respecto a la que había «a finales de marzo», aunque serán superiores a la del año pasado. 

Además, según Torrero, la situación en el campo conquense, en lo que se refiere a los cereales, es muy desigual. En este sentido, apunta a que hay cereales que han completado el ciclo antes, que van mejor, pero ahora hay cereales en los «que vemos que no se pueda alcanzar la producción media en la provincia», que se sitúa entre 2.800 y 3.000 kilos por hectárea en condiciones normales. «Hay parcelas –señala Torrero– en las que vemos que están en buenas condiciones , pero hay otras en las que creo que no van a alcanzar esa producción media porque se ha perdido mucho durante abril y mayo, que es cuando más lluvia se necesita». Los próximos días van a ser muy importantes, en lo que se refiere a las precipitaciones y temperaturas, para ver si «podemos corregir algo».

Los rendimientos de la cosecha de cereales de invierno del año pasado fueron muy bajos debido a la sequía e incluso hubo parcelas que no se llegaron ni a cosechar 

La siega comenzará en la primera quincena de julio, en especial en la zona sur de la provincia. Para este año, si se mantiene toda la superficie de cereal de invierno, que está en torno a las 320.000 hectáreas, la producción podría estar entre las 700.000 y 800.000 toneladas. El año pasado, no llegó a las 300.000 toneladas por la merma a causa de la sequía, lo que unido a los altos costes de producción, causó unas importantes pérdidas económicas.

La superficie de girasol se mantiene

La campaña de siembra del girasol ya está casi terminada en más del 80% de la superficie de la provincia que se dedica a este cultivo. Habrá que esperar para saber la evolución, ya que necesita humedad y temperaturas alta. El año pasado había unas 121.000 hectáreas en la provincia y este año no se incrementa. La producción fue de unas 65.000 toneladas,  por debajo de la media, a causa de la sequía, y en los próximos «15  o 20 días» se podrán hacer estimaciones. Por otra lado, el incremento de superficie de colza cultivada se mantiene en las 9.000 hectáreas. Según Torrero es un cultivo que «no termina de romper porque se siembra en septiembre y requiere lluvia».

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