Fermín Bocos

CRÓNICA POLÍTICA

Fermín Bocos

Periodista y escritor. Analista político


Un gobierno frentista

22/11/2023

¿Qué habrá querido decir Pedro Sánchez al afirmar que se inicia un proyecto "de alto perfil político para una legislatura de alto perfil político"? Podríamos preguntarnos si acaso hubo alguna que no lo fuera, pero, por abreviar: ¿qué entiende el presidente del Gobierno por "perfil político"? Mucho me temo que frentista.

La clave hay que buscarla en el discurso de investidura cuando anunció su intención de levantar un "muro" frente a la derecha extrema y la extrema derecha, el sintagma que está llamado a seguir siendo el mantra de combate de la factoría de "agitprop" de La Moncloa. En ese registro, la entrada de Óscar Puente en el Gabinete, más que una declaración de intenciones, es una confirmación de dicha estrategia. Puente fue el jenízaro parlamentario que actuó de ventrílocuo de Pedro Sánchez en el debate de la investidura fallida de Alberto Núñez Feijóo. La encomienda ministerial parece ser el premio por aquel intento de demolición de la figura política del jefe de la oposición.

También se puede avizorar que el nombramiento de Mónica García para la cartera de Sanidad apunta a sesiones de control de alta tensión dado su perfil de sindicalista muy rodado en los últimos años al frente de las mareas blancas en contra de la sanidad madrileña. Para seguir en la senda que marcó los últimos cuatro años, Sánchez ha renovado parcialmente su segundo Ejecutivo de coalición con Sumar aumentando a cuatro el número de vicepresidencias y manteniendo las 22 carteras ministeriales. Es el Gobierno con el mayor número de ministros de todos los países de la Unión Europea. Alemania que tiene 82 millones de habitantes -casi el doble que España- y tiene también un gobierno de coalición se basta con 15 ministros. Seguimos siendo diferentes a la hora de encarar la tan proclamada voluntad de reducción del gasto público.

Quienes repiten como titulares en Hacienda, Defensa, Interior, Presidencia y Exteriores se retrataron como fieles veletas -en contra o a favor de la ley de amnistía- según cambiaba Pedro Sánchez de opinión. Su irreductible compromiso con el arribismo del presidente también ha tenido premio. Sánchez ha laminado a sus otrora socios de Podemos. Ni un solo ministerio para quienes idearon el Caballo de Troya de la moción de censura contra Mariano Rajoy que fue el punto de partida de su exitosa carrera política posterior. No hay rastro de los morados en el Gabinete. Irene Montero se quedó sin el Ministerio de Igualdad que ha recaído en Ana Redondo, exnúmero dos de Oscar Puente en su etapa de alcalde de Valladolid. Han salido todos los podemitas del Ejecutivo pero Pedro Sánchez encabeza el único gobierno europeo con ministros de ideología comunista -entre otros la vicepresidenta Yolanda Díaz. Es una anomalía sí tenemos en cuenta la historia de nuestro continente pero Sánchez ha conseguido que el veterano PSOE haya abjurado de una de sus señas de identidad. Una más.