Pétalos en memoria de seres queridos. La mayoría se decanta por el centro de flores, pero hay también quien se lleva un ramo debajo del brazo. Tantos colores como uno desee y la variedad de la flor depende de cada uno. Hay además un amplio abanico de posibilidades para dar forma a este bello recuerdo. Así, los conquenses rinden culto a sus difuntos durante estos días de festividad de Todos los Santos y casi todos confían en pasar por Viveros La Mezquita antes de visitar el cementerio. El volumen de trabajo se multiplica durante estas fechas. La copropietaria de Viveros La Mezquita, Paula Orozco, señala que «son días que vivimos sin que cunda el pánico» y confirma que, «por ahora, tenemos todo controlado, porque todos los clientes están atendidos y procuramos que nadie sea vaya sin el encargo». Los pedidos no dejan de repetirse y los últimos posibles tendrán que hacerse hoy, como muy tarde. 

De esta manera, el vecino conquense se decanta principalmente por el «centro de flores, sobre todo, en estas fechas». El «85 por ciento así lo hace, aunque también hay un tanto por ciento restante que se lleva un ramo». Tanto en una u otra opción, el cliente tiene que elegir a razón de su gusto. Paula explica que «existe la flor clásica que es más asequible, como puede ser el gladiolo, el clavel o la margarita», pero también hay otro abanico de opciones. Son «un poquito más caras, como rosas, astromelias, anturium, hortensia, protea, anastasia o cymbidium, entre otras». No obstante, en esta empresa familiar «solemos traer cada año una novedad para sorprender siempre al cliente». 

El color estrella en estas fechas es el «blanco, sin lugar a dudas». La mayoría opta por este tono, que «suele combinarse con rosa claro o oscuro, o directamente con manchas rosas, por ejemplo». También hay quienes prefieren, en menor medida, usar el «amarillo o naranja». Por último, los «más atrevidos eligen el azul o el granate».

Un mes de campaña. Llegar y cargar es fácil, pero el equipo humano de Viveros La Mezquita lleva trabajando un mes con vistas al puente de la festividad de Todos los Santos con el objetivo de tener todo a punto. En estas semanas, «acordamos con los proveedores la cantidad de flor que vamos a necesitar».  Que «no es poca». Y es que «no se puede hacer el pedido de un día para otro porque el volumen es alto». También, «vemos qué faltó o sobró» el año pasado para jugar con esos datos, al igual que se comprueba qué «flor respondió mejor». El mes se convierte en un no parar para esta empresa que, por ahora, tiene «buenas expectativas». Paula Orozco confirma que «ahora mismo va bien, parece incluso que mejor que el año pasado». 

No obstante, la copropietaria incide en que «cuando la festividad coincide en puente, la campaña es rara, porque no sabes cómo va a responder la gente, si va a llevar las flores antes, después de la festividad o directamente se espera al año siguiente para hacerlo, teniendo en cuenta los tres días seguidos». 

Los conquenses también miran al cielo, no solo en recuerdo de sus difuntos, sino también para ver cómo responde la lluvia en estos días donde la meteorología es adversa. Sin embargo, Paula Orozco tranquiliza porque las flores «duran mucho más tiempo cuando llueve, a diferencia de cuando hace un día caluroso», por lo que nadie tiene que temer por este bello recuerdo que embellecerá aún más las sepulturas del camposanto.