Los accidentes de tráfico con animales implicados son un fenómeno que, lejos de reducirse, viene experimentando una tendencia al alza en los últimos años, al menos, en la provincia de Cuenca.

Los datos facilitados por la Jefatura Provincial de Tráfico a La Tribuna indican un crecimiento constante en los últimos seis años, con la salvedad de 2023, en el que se ha registrado un descenso interanual del 16,7%, al contabilizarse 923 siniestros de este tipo frente a los 1.108 del año anterior, si bien hay que tener en cuenta que 2022 fue un año récord en este aspecto.

No en vano, estos 923 accidentes de 2023 han resultado ser la segunda cifra más alta del sexenio y, además, se ha situado un 11,1% por encima de la media anual de este periodo, cifrada en los 831.

- Foto: Elaboración propia.

Tendencia, sin embargo, que está cambiando en este 2024, puesto que en los cuatro primeros meses se han producido 258 siniestros con animales, un 13,4% menos que en el primer cuatrimestre de 2023, cuando se alcanzaron los 298.

A tenor de este comportamiento al alza de los últimos años, no es de extrañar que este tipo de accidentes tengan un peso más que considerable en las cifras totales de siniestralidad vial de la provincia, puesto que, según los datos ofrecidos por la Jefatura de Tráfico, representan casi la mitad (43,6%) en el último lustro; porcentaje que se reduce al 36,2% en 2023 y sube al 50,6% de enero a abril de este año.

Víctimas. Aun así, la jefa provincial accidental de Tráfico, Inés López Alcaide, subraya la baja lesividad de este tipo de accidentes de tráfico, a pesar de su importante volumen. 

No en vano, sólo uno de cada 100 siniestros de este tipo registraron víctimas desde 2018, ya que en este tiempo se contabilizaron  56 accidentes con víctimas de los 4.987 acumulados en este periodo.

Eso sí, Cuenca cerraba 2023 con 14 víctimas, seis más que en 2022, la segunda cifra más alta del último sexenio después de las 17 alcanzadas en 2021. En total, en este periodo se alcanzaron los 68 heridos, aunque la gran mayoría, 61 (89,7%), no requirieron hospitalización y sólo siete fueron ingresados, al menos 24 horas.

Las cosas han cambiado en lo que llevamos de año, puesto que, a pesar de que hasta abril sólo se ha registrado un accidente de este tipo con víctimas, resulta que una de las dos fue mortal, el único fallecido desde 2018.

Tipo de animales y carreteras. Ocho de cada diez accidentes de este tipo fueron con animales salvajes, en concreto, el 87,9% de media en el último sexenio, mientras que solo en el 8,7% se vieron implicados animales domésticos.

De hecho, el animal más común en este tipo de siniestros es el corzo, con el 40% del total, seguido del jabalí (30%), el ciervo (11;%), el perro (7%) y el zorro (5%). En consecuencia, los cérvidos estuvieron detrás de más de la mitad de los accidentes.

La N-420 (Córdoba-Tarragona) lidera la siniestralidad de este tipo en la provincia, con 433 accidentes, especialmente a la altura de Villar de Olalla, Cañete y Fuentes; seguida de la CM-220 (Albacete-Cuenca), con 299, sobre todo en Arcas y Monteagudo de las Salinas; la N-320 (Cuenca-Guadalajara), con 225, en Villar de Domingo García; y la A-40 (Maqueda-Cuenca), con 187, en Cuenca y Torrejoncillo.

Abril y agosto son los meses por excelencia de estos siniestros, seguidos de octubre, y las horas con escasa luz natural el momento más proclive, según concluye López.