El aforismo, muy extendido por estas fechas, asegura que «año nuevo, vida nueva». Y así suele ser en una parte notable de los casos, pero no siempre. Hay facetas de esa vida que, por su complejidad, envergadura, dimensión o vaya usted a saber por qué, se repiten de forma sucesiva en los últimos inicios de curso. De hecho, no habíamos terminado de ingerir la última uva tras la duodécima campanada y los había que ya tenían perfectamente definidos los retos de este 2024 que acaba de abrirse paso. Año nuevo sí, pero retos viejos. La hoja de ruta vital de la ciudad está jalonada de 'viejos conocidos' que a lo largo de estos 365 días deberían dar un paso al frente, y es que Cuenca acumula una lista de tareas pendientes por cerrar. Una serie de asuntos a los que necesita dar carpetazo como el comer.
La semana se inició, precisamente, con una visita del presidente regional, Emiliano García-Page, para un asunto ya cerrado, la conexión con El Terminillo. Contexto en el que el consejero Nacho Hernando puso sobre la mesa una serie de proyectos «ya en marcha» con una inversión de más de 50 millones de euros. La punta de esa lanza son los remontes, en los que «ya hemos comenzado con los trabajos previos», destacó el responsable de Fomento. Revitalizar la accesibilidad al Casco Antiguo y hacerla medioambientalmente sostenible, eliminando buena parte del tráfico rodado, es una de las grandes metas del año. Al menos en parte, puesto que éste es un proyecto de legislatura, pero fundamental, ya que pasa por ser un «revulsivo turístico» para la ciudad.
En El Terminillo, zona de sobresaliente expansión de la ciudad, deben tomar cuerpo otros 'hitos' como el centro deportivo de alto rendimiento, cuyas obras se prevén iniciar entre marzo y abril, según el consejero. También el nuevo centro de atención para personas con discapacidad, y del que el Gobierno regional ha licitado la redacción del proyecto básico y de ejecución y la dirección facultativa de obra. Una realidad mucho más palpable, tras un pedregoso peregrinaje por el desierto, es la finalización del nuevo hospital, ya en su fase final y para el que 2024 será el año en el que sus dependencias se empezarán a llenar de vida.
En materia de movilidad –para ello habrá una reunión con el Ministerio–, más allá de la construcción de las autovías de la Alcarria y del Júcar, la 'patata caliente' está en ver qué pasa con el Plan XCuenca. Un proceso que ahora se encuentra paralizado al establecer el Supremo medidas cautelares para frenar el desterramiento definitivo del tren. En este asunto, como ya ocurrió durante los años precedentes, el clima político está muy encrespado y el horizonte, por ahora, tampoco está muy claro. Aunque el Gobierno de Sánchez también tiene otros 'deberes' con ADN conquense: la consecución final de la nueva comisaría de Policía Nacional, ya muy cerca. Y, mucho más lejano, erigir la sede definitiva del Centro Nacional de Estudios Penitenciarios.
El centro de la ciudad, por otro lado, será uno de los núcleos gordianos de la acción política en 2024. O, al menos, debería serlo. Una de las promesas electorales de mayor peso de Darío Dolz fue la revitalización de los barrios y el mantenimiento urbano de los mismos, y en ello está, pero el 'corazón' de Cuenca merece un punto y aparte. El embellecimiento de Carretería y su entorno, si no en 2024 sí a lo largo de la legislatura, es una tarea pendiente. El Ejecutivo de García-Page echó un 'capote' revitalizando el Iberia y avanzó además la búsqueda de una solución para el edificio de sindicatos, ahora en una situación lamentable. Como lamentable es la imagen que presenta el Mercado, en una cuarenta ruinosa y del que nada se sabe por ahora. Y hablando del núcleo urbano, hay que ver qué pasa con el Centro de Convenciones o Palacio de Congresos, a la entrada de la carretera de Madrid, del que se esperaba poner en marcha el proceso de constitución este año a través de la iniciativa privada.
Y es que la atracción de empresas y la industrialización de Cuenca es otro de los pilares maestros del curso. Desembarcaron algunas, pero todavía se espera como agua de mayo lo más 'gordo', en gran parte gracias a los proyectos de ToroVerde y Sumitomo. Esto más lo que todavía no ha trascendido, porque el año –en este apartado como en el resto–, seguro que guarda muchas sorpresas.