Estampados únicos

Manu Reina
-

Carmen García confecciona una amplia gama de productos textiles por medio de la técnica de la estampación y su propio sello personal

Estampados únicos - Foto: Manu Reina

Trabaja siempre a mano desde una pequeña habitación de su hogar. La creatividad que atesora le permite desplegar una amplia gama de productos de tela elaborados siempre de manera artesanal. La estampación es su técnica preferida y no necesita partir de bocetos para obtener un resultado final brillante. La experiencia es un grado y ella sabe sacarle el máximo provecho. Carmen García, más conocida como Carmelaenrama, es una artesana con carnet propio, que confecciona desde hace más de una década bolsos, estuches, neceseres, bolsas de ropa o baberos, entre un extenso y colorido catálogo. También adapta sus quehaceres a las peticiones por encargo de sus clientes.

Carmen, que reconoce su predilección por el amarillo, tiene una gran devoción por el mundo textil. El hecho de que su madre fuera modista ha hecho que «crezca entre telas, revistas de moda y material de costura desde muy pequeña». Ese interés siempre estuvo presente en ella. Aunque, por ahora, no puede dedicarse profesionalmente a este sector porque «es muy complicado», aunque no arroja la toalla pese a que tiene que compaginar este talento con otro puesto de trabajo muy diferente a lo que ella desearía. 

Esta joven no pierde la ilusión por dedicarse a la estampación textil. Trabaja siempre sobre tela y sus criterios encandilan a los clientes. «Me pongo manos a la obra siempre si tengo las ideas en la mente», señala. Todo aquello que invade su mente se plasma con pintura especial. Los retoques son fundamentales también. Cuando ya tiene el patrón, una vez ha sido testado con familiares y amigos, el siguiente paso es dar forma al producto que quiere elaborar. Enciende la máquina de coser y lo demás es tener paciencia para dar sentido a cada hilo. «Lo hago yo mismo». Y es que Carmen confecciona una mochila, estuche o bolso de la nada. Tan solo necesita «tiempo para poder hacerlo bien». Y es que las prisas nunca son buenas. En caso de tener que decantarse, siempre dirá que «me encanta hacer, sobre todo, bolsos». La razón es más que justificada, porque «así puedo verlos por la calle cuando la gente los lleva colgados».

La clientela actual no solo es de Cuenca, sino que sus productos llegan a toda España para «especialmente mujeres de entre 30 y 60 años». El último encargo que tiene literalmente entre manos es un bolso que partirá hasta Galicia. «Estoy en ello ahora mismo y tengo muchas ganas de acabarlo», apunta. Este ejemplar, al igual que el resto, también llevarán la marca personal en la etiqueta, que es su nombre artístico con su propia caligrafía.
retos. También tiene pendiente «renovar el catálogo de productos que tengo en el Centro de Oficios Artesanos». Además, espera con ilusión la llegada de marzo porque impartirá un curso sobre su manera de ejercer y cómo es su relación con la tela que, por cierto, «ha aumentado el precio una barbaridad».

Carmen, que se formó en estilismo en indumentaria y completó su formación con Grado Superior de Gráfica Publicitaria, no pierde la fe, pero actualmente solo ejerce cuatro horas de media cada día. Esta joven artesana reconoce que se trata de un «complemento» a final de mes y recalca que «es muy difícil vivir de ello, pese a que hace unos años lo intenté». Y es que «la mayoría de la gente no valora realmente estos productos artesanales». «Hay un porcentaje pequeño que sí lo compra». A esa gente es a la que se debe y a quien le debe todo, porque puede al final seguir haciendo esta labor que para ella es un «medio de expresión y terapia que me ayuda mucho en mi día a día», sentencia. 

ARCHIVADO EN: Cuenca, España, Galicia