El Real Madrid inició el curso liguero el pasado domingo con un empate en su visita a Mallorca. Para muchos, un tropiezo algo inesperado después del sólido triunfo cosechado frente al Atalanta en la Supercopa de Europa. Sin embargo, el 1-1 dejó varias lecturas para la reflexión en clave merengue. Una de ellas fue la falta de control en el centro del campo y de enlaces entre esta zona y la delantera. Un escenario en el que se echó de menos una mayor presencia de Arda Güler.
El turco apenas tuvo participación en el encuentro disputado en el estadio de Son Moix. Saltó al césped en el minuto 87 del choque, formando parte de un triple cambio en el que también entraron al terreno de juego Lucas Vázquez y Brahim Díaz en busca reacción que, tal vez, pudo llegar tarde por parte del técnico Carlo Ancelotti. Güler solo estuvo en contacto con el esférico en cinco ocasiones durante este corto período de tiempo y su incidencia no fue suficiente como para que los merengues consiguiesen revertir el resultado.
Sorprende hasta ahora su escaso tiempo de juego en este inicio del curso, sobre todo teniendo en cuenta que durante la pretemporada fue uno de los jugadores más destacados del Real Madrid. Fue titular tanto en el primer choque de la gira estadounidense contra el Milan y también frente al Barcelona en el clásico, en el que suya fue la asistencia que desembocó en el gol de Nico Paz contra el cuadro culé. Además, a diferencia del año anterior, en el que los problemas físicos condicionaron su rodaje inicial con la escuadra de Chamartín, el otomano ha estado a pleno rendimiento desde el inicio. Incluso acortó su período vacacional con la misión de convencer desde el principio al cuerpo técnico.
Muchos tienen muy presente en la memoria su gran final de campaña hace unos meses. Arda Güler terminó el pasado campeonato liguero como el jugador del Real Madrid con mayor producción de goles y asistencias cada 90 minutos (1,43). Sus seis tantos en 10 partidos jugados, cuatro de ellos partiendo de inicio y con apenas 377 minutos en total sobre el terreno de juego, no dejaron indiferente a nadie y pusieron de manifiesto el talento del ex del Fenerbahçe. También su idilio para conseguir ver puerta.
Es esa facilidad para marcar la que echó de menos el conjunto blanco en el estreno de la competición doméstica. Pese a la destacada nómina de atacantes que atesora el conjunto blanco, con Vinícius, Rodrygo y Mbappé a la cabeza, lo cierto es que todos ellos acusaron esa falta de frescura tras regresar de la Copa América los dos primeros y de la Eurocopa este último. Sobre todo, en una segunda parte en la que se notó la falta de fluidez en los últimos metros. Mantener un rendimiento constante durante 90 minutos no es tarea sencilla con la temporada recién comenzada y la carga física pesa mucho en las piernas de los jugadores.
Por ello, Güler podría erigirse en una solución de cara al próximo encuentro de los blancos en el Bernabéu. No solo por su idilio para anotar o por su visión de juego, sino también por su capacidad de aportar otro ritmo de juego con el esférico en sus dominios y descargar de trabajo en la creación a otros compañeros como Fede Valverde y Jude Bellingham.
Inédito
Quien también podría tener ocasión de jugar, y de paso estrenarse, en el feudo de Concha Espina es Endrick. El punta brasileño aún no sabe lo que es debutar con la elástica blanca en encuentro oficial. El ex del Palmeiras, pese a tener minutos durante la pretemporada, se ha visto relegado a un segundo plano en estos primeros choques con la llegada de futbolistas de un mayor peso en la caseta merengue. Frente a su hinchada, Ancelotti también podría darle la alternativa, en un escenario más idóneo que el del pasado domingo en Son Moix, a un jugador en el que también están puestas muchas expectativas.
El punta nacido en Taguatinga fichó por el conjunto blanco con solo 16 años, por un montante fijo de 47,50 millones de euros más variables. Sin embargo, hasta que no cumpliese la mayoría de edad no ha podido incorporarse a la disciplina del Real Madrid. Ahora, con 18, también aguarda su oportunidad, tras destacar en el fútbol brasileño durante los dos últimos cursos.