Fernando Lussón

COLABORACIÓN

Fernando Lussón

Periodista


Vox en la oposición

13/07/2024

Los gobiernos de coalición son muy recientes en nuestro país, tanto para el gobierno de la nación como los más recientes gobiernos autonómicos y en ambos casos se ha demostrado que no existe una cultura de pactos para garantizar la gobernabilidad, porque los partidos minoritarios de la coalición pretenden ir más allá de la fuerza que les han dado los votos. Pedro Sánchez lo ha vivido con Podemos y ahora con los independentistas catalanes, y los gobiernos autonómicos y locales surgidos de las elecciones de mayo del año pasado con Vox.

Los pactos autonómicos con Vox fueron determinantes para que el PP no lograra los votos suficientes como para que Alberto Núñez Feijóo pudiera gobernar y ahora rompen los gobiernos de coalición, lo que provoca una satisfacción indisimulada en el Partido Popular que se considera liberado de un compañero de viaje que le ha marcado la agenda en muchos caos y le ha obligado a mimetizarse con sus postulados en materia de inmigración, memoria democrática y defensa de ancestrales esencias nacionales. A partir de ahora el PP y Núñez Feijóo tendrán que demostrar que efectivamente es un partido y un líder moderado dispuesto a ocupar el mítico centro político. Como primera muestra de la nueva etapa desde el Gobierno han pedido a Feijóo que, liberado de las presiones de Vox apruebe la ley de extranjería para facilitar la distribución de los menores no acompañados.

Sin embargo, ninguna previsión indica que el PP pueda alcanzar la mayoría absoluta para gobernar, de tal modo que en unas próximas elecciones el PP volvería a necesitar pactar con la ultraderecha y quién sabe si con la ultraultraderecha de Se Acabó La Fiesta. De ahí que muchas de las interpretaciones a la decisión del líder de Vox, Santiago Abascal, de mandar a la oposición a todos sus cargos políticos es que sigue siendo el principal apoyo de Pedro Sánchez para impedir que el PP alcance La Moncloa.

Habrá que ver en qué se concreta que Vox pase a la oposición en aquellas comunidades autónomas donde daba soporte parlamentario a los gobiernos del PP, que gozan de la estabilidad que proporciona contar con los presupuestos anuales aprobados. Por proximidad ideológica no dejará que esos gobiernos caigan en algunos casos ni impedirá su acción política. Tampoco parece que vaya a producirse de forma inmediata una cascada de elecciones autonómicas para aclarar el panorama político en algunas comunidades.  

El ataque de coherencia de Vox con su programa político, que tiene como uno de sus ejes vertebradores la lucha contra la inmigración irregular sobre todo de religión musulmana, por una distribución mínima de menores no acompañados procedentes de Canarias, es un motivo de entidad menor para romper con el PP en comparación con la visibilidad que han logrado en unos casos por las tensiones que han provocado y en otros por los acuerdos que han arrancado al PP.

Pero aun así, Vox estaba dispuesto a ir al choque con el PP en el ámbito nacional e internacional con su incorporación al grupo parlamentario europeo Patriotas por Europa, por cualquier causa, con la continuas críticas a las decisiones de Feijóo en la medida que se ha acercado al PSOE en algunos momentos, y en el orden interno le ha podido afectar la irrupción del partido de Alvise que le disputa el mismo espacio político para romper con el PP.