En el escenario económico actual y ante las dificultades que el tejido productivo tiene que hacer frente en su día a día, los empresarios y profesionales autónomos no ocultan que buscan de manera constante el lugar o país más atractivo en el que asentar su domicilio para disfrutar de los mayores beneficios en base a la regulación fiscal y normativa de ayudas que haya en cada zona.
Recientemente, la patronal de las pequeñas y medianas empresas que aglutina el 99,8% del tejido productivo y tiene cerca de 11 millones de empleos, Cepyme, lanzaba un manifiesto muy severo contra el Gobierno de España y denunciaba sus «políticas intervencionistas» a la vez que defendía «la libertad de empresa» y condenaba la política «persecutoria e incriminatoria contra el empresariado» nacional que están sufriendo en los últimos años.
Gerardo Cuerva, presidente de Cepyme, denunció «el constante hostigamiento del Ejecutivo, la sobrerregulación, el excesivo control que se está imponiendo, la política continuada de aumento tanto de costes y cargas burocráticas como fiscales o las enormes trabas sociales dentro de un discurso estigmatizador y de un cambio de cultura que se está realizando sobre la figura del empresario basada en la persecución de los beneficios, la rentabilidad y el éxito en los negocios».
Ante este contexto, muchos emprendedores españoles no ocultan que se han planteado llevar a cabo un cambio de sede, incluso de país, a lugares donde exista una mayor seguridad jurídica y, sobre todo, donde puedan ejercer su actividad con menos presión política y fiscal.
Los economistas señalan que cada nación es un mundo y que en los últimos tiempos se está viendo que tanto empresarios como trabajadores autónomos están analizando los diferentes tipos de fiscalidad que hay en Europa, ante un posible traslado de sede social y fiscal que mejore las expectativas de futuro para su negocio. Es importante tener claro que no todos los países tienen establecidas las mismas normas y que, por tanto, no es lo mismo ubicar un negocio en España, que en Portugal, el Reino Unido o Francia, por poner algunos ejemplos.
Ante esta realidad, en España, un total de 1.501 empresas trasladaron su sede social a otra comunidad autónoma durante el primer trimestre de 2024, un 3% menos que el año anterior, aunque superan en un 42% los datos de los tres últimos meses de 2023, destaca el Estudio sobre Cambios de Domicilio, publicado por Informa D&B.
Según este análisis, los cambios de domicilio experimentaron un importante crecimiento en 2017 como consecuencia del referéndum independentista de Cataluña, llegando hasta 6.276 sociedades en el total de 2018. El año pasado, terminó con 5.240 traslados, la cuarta cifra más alta desde 2015.
La directora de Estudios de Informa D&B, Nathalie Gianese, explicó que Madrid y Cataluña son las autonomías que más movimientos de empresas registraron en el primer trimestre, aunque la primera es la que tiene un mayor saldo positivo entre llegadas y salidas, añade 181, mientras que Cataluña es la que más resta, con 84.
Tras la comunidad, los mayores saldos positivos en este primer trimestre fueron en Valencia, con 37 compañías más, y Baleares, que sumó 18. Murcia, Galicia, Melilla, Castilla y León y Ceuta también ganaron empresas por los cambios de domicilio estos meses.
Al contrario, tras Cataluña, el País Vasco restó 45 sociedades; Andalucía, 34; Extremadura, 29; Navarra, 27; Cantabria, 19; y Castilla La-Mancha, 10. Asturias, Canarias y Aragón también pierden sociedades y La Rioja se queda igual.
Portugal
Ante el deseo de crecer y desarrollar un proyecto empresarial en las mejores condiciones fiscales y de ahorro de costes muchos empresarios del país están poniendo el foco en Portugal para refugiarse en el estado vecino por los altos impuestos que pagan en España las rentas más altas.
El estudio de una modificación regulatoria por parte del Gobierno, con la subida del IRPF a los que ganan más de 130.000 euros anuales y la subida del impuesto de Patrimonio, está provocando recelos entre las grandes fortunas y empresarios que, ante la duda, prefieren llevar su dinero al exterior y gestionarlo en países como Portugal.
De hecho, más de 10.000 extranjeros, entre particulares y empresas, de 95 nacionalidades diferentes han mudado su residencia fiscal al país luso en los últimos años.
Otro de los destinos con un gran atractivo para emprender es Andorra, que está sustituyendo a países refugio tradicionales como Suiza o Luxemburgo y donde, según los expertos, miles de empresarios españoles se están llevando allí, por ejemplo, el dinero de las sicavs para evitar pagar más impuestos.
En el Principado, las sociedades de inversión de capital variable son especialmente atractivas para los patrimonios nacionales de entre dos y 10 millones de euros por sus menores costes así como por la privacidad absoluta que les otorgan.