La cantera es el mejor tesoro que puede poseer un club deportivo, independientemente de la disciplina que se trate. Es el alma mater y un seguro de vida para la entidad. Y, en este caso, el Conquense puede presumir de contar con una gran estructura y de resaltar los grandes resultados que se han obtenido en los últimos años, fruto del incansable trabajo que se viene haciendo en las categorías inferiores.
Iván Rubio asume ahora el cargo de director de cantera como un reto «ilusionante y bonito» en el que no faltará «sacrificio»para seguir dotando a la estructura de los mejores cimientos. El mayor de los hermanos, que dejó el fútbol hace apenas unas semanas, conoce a la perfección la casa y también la funcionalidad de las categorías inferiores porque ya lleva tres años trabajando en esta parcela. Está concienciado en hacer un gran papel y es consciente de que se trata de «un privilegio porque estoy en el club de mis amores».
El director detalla que están trabajando, junto al cuerpo técnico, en confeccionar una gran plantilla para el equipo juvenil de División de Honor, aunque es complicado «porque no podemos ofrecerles muchas cosas a los jugadores». Sí que tendrán «un club idóneo para jugar» todos aquellos que aterricen en el proyecto. Esta plantilla disputará la máxima categoría en edad juvenil y el Conquense se enfrentará a transatlánticos, muchos de ellos juveniles de equipos de Primera División. La exigencia es muy elevada y el cuadro blanquinegro está moviendo ficha para incorporar a grandes efectivos. No obstante, la campaña que se viene «es muy bonita para todos».
Al mismo tiempo, Iván Rubio trabaja, junto al cuerpo técnico, en perfilar el equipo filial, que jugará en Primera Autonómica Preferente. La noticia positiva es que «contamos con ocho jugadores de la base del equipo que consiguió hace unas semanas el ascenso», además de disfrutar también de «diez jugadores más que vienen del juvenil». Eso hace que «tengamos un gran equipo, aunque somos conscientes de que tendremos una campaña difícil por delante». El plantel es «muy joven, pero creemos que es la mejor forma de que puedan crecer», añade.
El director de cantera incide en que «también tendremos una campaña complicada para el equipo porque Segunda RFEF es una categoría muy competitiva». La idea es tener los mejores jugadores posibles tanto en el División de Honor Juvenil como en el filial, por si Rober Gutiérrez estima oportuno o necesita tirar de alguien para nutrir en ciertas ocasiones al primer equipo.
En todo este trabajo, siempre se va a primar que «los jugadores sientan los colores y también los valores que transmite el club». Iván Rubio resalta que la gran salud de la que goza el club en estos momentos se traduce en un «trabajo de muchos años» y resalta que la Balompédica consiguió tres ascensos en la campaña que acaba de terminar, con el primer equipo en Segunda RFEF, el juvenil en División de Honor Juvenil y el filial en Primera Autonómica Preferente.
Escuela. Además, la escuela del Conquense, que cuenta con centenares de niños y niñas, es otra de las joyas de la corona. Los más pequeños quieren llevar el escudo del club en el pecho y son el futuro de la entidad. Irene Palomo asume las riendas de la dirección de la escuela en sustitución de Carlos Morillas, que deja el cargo tras ocho temporadas. Irene estará rodeada de tres personas más que designará el club en los próximos días, creando así un equipo de trabajo que de continuidad a la gran labor que se ha hecho hasta ahora.