Cuenta con todo lujo de detalles. No es para menos después de un meritorio ejercicio y empeño de un año, prácticamente desde que acaba una y empieza otra edición. Y así van ya ocho navidades. El belén de la Hermandad de San Isidro (vulgo de Arriba) volverá a ofrecer a partir del domingo un Nacimiento espectacular, que intentará generar durante 38 días «muchas emociones», tanto al conquense como al visitante. Así lo explica Carlos Peñuelas. Es el artífice de armarlo, junto a su pareja, Yasmina Buedo, y el maestro belenista Félix Soriano. Los tres han vuelto a currárselo de manera altruista y la extraordinaria obra se podrá disfrutar en la propia ermita.
Carlos detalla que el belén cuenta con 300 figuras, incitando a todos los visitantes, especialmente a los más pequeños, a encontrar cada uno de los personajes que están repartidos por un pesebre de «20 metros cuadrados, concretamente, con cuatro metros de ancho y cinco de fondo». Evidentemente, este conquense, hermano de San Isidro y nuncio de la hermandad, explica que «contamos con tres escenas principales, como el Nacimiento, la Anunciación a los Pastores y los Reyes Magos de Oriente». El resto de escenas «también van a llamar mucho la atenció».
Y es que «todo está pensado y medido con atención». Es fruto de un trabajo de doce meses donde «organizamos y planificamos cómo va a ser, cómo se van a distribuir las piezas y qué criterios tenemos que seguir». Cuando se tiene la hoja de ruta, «el siguiente paso es adquirir el material y armar todas las piezas que hemos diseñado anteriormente». El belén empieza a cobrar vida, pero no es hasta que «nos ponemos a montarlo, que es un trabajo que se prolonga, como mínimo, un mes». Una de las claves es trabajar con «previsión y antelación porque hay épocas donde no puedes dedicarle todo el tiempo que quisieras». En este caso, este conquense avanza que «lo tenemos armado desde el pasado domingo» para así tener un margen de una semana de diferencia antes de abrir las puertas de cara al público.
Una Navidad en miniatura - Foto: Reyes MartínezUna de las curiosidades y atractivos de este bello trabajo, ambientado con música, es que «siempre es innovador, porque no nos gusta repetir la misma escenografía de un año para otro». De hecho, «esta edición va a sorprender porque hemos optado por un ambiente nevado». Carlos incide en que «hemos usado bicarbonato y agua de cola para recrear la nieve con distintas capas y bloques». La imaginación de estos tres manitas se puede ver a simple vista e incluso podría haber sido más llamativo aún, «pero no podemos usar una máquina para simular que cae nieve del cielo, ya que no tenemos espacio suficiente de altura». En otras ediciones han recreado este pesebre con temática de mar o desierto. De ahí la creatividad que derrochan.
El objetivo de dar vida y armar este belén es que «guste mucho». Durante las navidades pasadas «vinieron más de 2.000 personas, tanto conquenses como visitantes». Carlos Peñuelas ensalza de forma «muy positiva» este registro, porque «nos encontramos en la parte más alta de la ciudad, por lo que la gente que viene a verlo, lo hace expresamente con ese propósito y voluntad». El hecho de «subir hasta arriba y tener una extraordinaria respuesta de público, nos genera mucha ilusión y nos alienta a seguir cada año». También acompaña «estar en un entorno privilegiado con unas vistas magníficas». Y es que está expuesto en un paraje que se cuenta solo.
Este amante de la tradición belenística, junto a su pareja, explica que las personas que lo visiten pueden, si así lo desean, dejar cualquier donativo, cuya recaudación «íntegra se destinará al propio Belén, ya sea para comprar más figuras o directamente para reparar piezas o comprar material nuevo para el próximo año».
Con todo preparado, tan solo queda disfrutar y saber valorar cuánto cuesta hacer esta obra, además de recompensar el esfuerzo de tanto tiempo para mantener viva la llama de una de las tradiciones más arraigadas de la Navidad: armar el belén.
El pesebre estará expuesto 38 días. El belén de la Hermandad de San Isidro (vulgo de Arriba) abrirá sus puertas este mismo domingo a partir de las 11 horas. Será bendecido por el párroco Miguel Ángel Albares y, a partir de entonces, se prevé la asistencia de cientos de conquenses y turistas. El pesebre estará expuesto hasta el 7 de enero de forma ininterrumpida, con un horario de lunes a viernes de 17 a 19 horas, además de abrir sábados, domingos y días festivos, con un horario de 11 a 14 horas y de 17 a 19 horas. El belenista y uno de los autores de este nacimiento, Carlos Peñuelas, confía en que a «todos les va a gustar».