El patrimonio histórico de Cuenca es tal que no solo se reduce a esos grandes monumentos y joyas arquitectónicas por todos conocidos que jalonan, especialmente su Casco Antiguo, sino que, incluso, se extiende bajo tierra, en la conocida como 'Cuenca subterránea', que tiene  sus máximos exponentes en los refugios antiaéreos de las calles Alfonso VIII y Calderón de la Barca, todo un reclamo para conquenses y visitantes.

Un patrimonio en el que el Ayuntamiento no ha dejado de fijarse, hasta el punto de que hace cinco meses encargaba un nuevo proyecto de investigación sobre los refugios antiaéreos de la zona de San Felipe Neri, que han tenido como resultado la constatación de la existencia de un túnel de entre 15 y 20 metros de longitud en la calle Andrés de Cabrera, frente al Museo de la Semana Santa, y otro mucho más corto en Alfonso VIII, ambos con entrada en acodo.

Con cargo al Plan de Sostenibilidad Turística y por encargo de la Concejalía de Turismo, los arqueólogos conquenses Santiago David Domínguez y Michel Muñoz han sido los encargados de acometer este nuevo estudio, en un primer momento, con una exhaustiva investigación documental sobre los refugios de esta zona del Casco Antiguo y, después, con la realización de una cata en el muro de la calle Andrés de Cabrera y otras dos en el de Alfonso VIII.

El nuevo refugio de la calle Alfonso VIII tiene acondicionadas sus paredes con cemento. - Foto: Michel Muñoz

Dos nuevos refugios antiaéreos que, según asegura Domínguez a La Tribuna, «nos han sorprendido, porque se encuentran en unas condiciones inmejorables».

Pero esta actuación municipal no se queda aquí, puesto que, tal y como explica a esta redacción la concejala de Turismo, Marta Tirado, el siguiente paso es la publicación de esta investigación, para que pueda ser consultada, y una tercera fase para estudiar cómo consolidar estos túneles para su visita y, en consecuencia, incorporarlos al proyecto turístico de la 'Cuenca subterránea'.

En definitiva, «más allá de la investigación, que es importante, la intención es poner en valor estos recursos», subraya la edil.

- Foto: Elaboración propia.

Ampliación. Dos firmes candidatos, por lo tanto, a engrosar esa Cuenca Subterránea, que, en palabras de Tirado, «aporta un aliciente más al atractivo turístico de la ciudad».

Por lo tanto, recalca que «ahora toca ver qué hacer en estos dos refugios antiaéreos para su apertura al público, quizá de una manera distinta a los dos existentes». 

De ahí, que una idea que cobra más peso apunte a que la intervención en el refugio de Andrés de Cabrera sea la mínima, con el fin de que «sirva para mostrar al visitante cómo se construían estos túneles, aprovechando que está excavado en roca viva y se aprecian perfectamente los taladros para colocar los barrenos», aclara Domínguez, lo que, en opinión de la concejala «permitiría experimentar lo que se sentía dentro del túnel». 

Recreación digital del refugio antiaéreo encontrado en Alfonso VIII, cerca del ya existente. - Foto: Michel Muñoz

Y, en cuanto al otro de Alfonso VIII, una de las ideas barajadas apuntan a que sirva de introducción o paso previo para visitar el resto de refugios.

Si bien, Tirado precisa que «no dejan de ser una idea, entre otras muchas, que tenemos que valorar, ahora que tenemos el estudio sobre la mesa».