Escenas que enganchan desde el primer momento, tanto al espectador como al jugador. El resultado es simplemente maravilloso e invita a tomar asiento. Cada fotograma es sinónimo de obra de arte y también de un curro enorme. Los colores, el nombre de los personajes, los escenarios, la música e incluso el movimiento está medido y conseguido al detalle. Estas son algunas de las reflexiones que surgen a raíz de ver Pastel de calabaza o de jugar al Celere Pizza, un cortometraje y un videojuego, respectivamente, que han realizado Jorge Nieves, Rubén Cano, Duna Sánchez y Rafael Martínez.
Los cuatros son amigos y forman Piiip Productions, una productora que nace a partir de superar con nota el Ciclo Superior de Animación 3D, Videojuegos y Entornos Interactivos del Centro Integrado de Formación Profesional Número 1 de Cuenca. Poseen un don innato y son conscientes de que la unión hace la fuerza.
El cortometraje dura ocho minutos si se tiene en cuenta los créditos. Son más que suficientes como para reír e incluso morderte los labios por saber qué pasará al final. Rubén Cano explica que «combinamos la comedia y el terror, como si fuera un híbrido, por medio de la animación 3D». Pero no al uso, porque «le damos la vuelta por completo». Ya que los personajes protagonistas, «habitualmente asociados a algo malo», ejercen una labor buena. Mientras que el villano, considerado como «algo bueno», se convierte en un sujeto «desagradable».
Guin (calabaza), Jozemanué Feró (hombre lobo) y Xugno (gnomo) tienen que armarse de valor para intentar rescatar a su amigo Zappa (calabacín), que se encuentra atrapado en la casa de Mugrid, una señora mayor con una «apariencia rara y con mala leche». El desenlace es algo que cada espectador tiene que ver, aunque primero tendrá que esperar porque estos cuatro emprendedores quieren presentar primero la obra en distintos festivales. El trabajo de seis meses de edición verá la luz próximamente.
Jorge apunta que «han sido muchas horas para hacerlo, teniendo en cuenta que es un cortometraje de animación». Menos mal que supieron repartirse las tareas para que el resultado sea exitoso, tanto que algunas personas lo han visto ya y han dado el visto bueno. Una de las cosas curiosas y graciosas son «las voces y los nombres, que se nos ocurrió a todos tras una lluvia de ideas», señala Rafael.
El videojuego Celere Pizza tampoco tiene perdición. Rubén desgrana que tiene una temática que versa sobre «un repartidor de pizza que tiene que conseguir todas las porciones para entregársela completa al cliente». La misión puede parecer sencilla, pero ni mucho menos, porque el jugador tiene que recorrer distintos escenarios de una ciudad para hacerse con todos los trocitos, esquivar obstáculos y enfrentarse a la competencia. Ahora mismo es «una demo y solo se puede jugar en ordenador, pero no descartamos hacerlo también para móvil», explica Duna.
Duna incide en que «son proyectos distintos y hemos comprobado el resultado con gente a la que les ha gustado mucho». Además, el fin es que sea «sencillo para que puedas sentarte un rato y disfrutes». Piiip Productions dará de qué hablar. Cuando terminen de lanzar estas obras, «vamos a seguir haciendo más proyectos que nos ilusionen y que sean, sobre todo, distinto a lo que ya existe».