La última actualización de la cifra de la deuda de Castilla-La Mancha deja un montante de 16.473 millones de euros. El dato lo ha publicado esta semana el Banco de España y corresponde al cierre del tercer trimestre.Para hacerse una idea del volumen que representa, es más de lo que necesita la Junta para funcionar todo un año, pues los presupuestos de Castilla-La Mancha están por debajo de esa cifra. Si hubiera que dividirlo entre los más de dos millones de habitantes que tiene la región, cada uno tendría que pagar 7.919 euros para saldar todo el endeudamiento regional.
Los datos publicados por el Banco de España reflejan un descenso de la deuda en comparación con el trimestre anterior. Se ha reducido 50 millones de euros. Sin embargo, si se compara con lo que había hace un año, la deuda ha crecido en 566 millones de euros, pues a cierre del tercer trimestre de 2023 estaba en los 15.907 millones.
Cuantitativamente, Castilla-La Mancha es la quinta región que tiene más deuda. Solo están por encima cuatro comunidades bastante más pobladas como Cataluña, con 88.917 millones, Comunidad Valenciana, con 59.498 millones, Andalucía con 39.842 millones y Madrid con 36.915 millones.
Antes de la crisis financiera e inmobiliaria, en el año 2007, la deuda de Castilla-La Mancha no llega a los 2.000 millones. Desde entonces se ha multiplicado por ocho. El mayor incremento, de alrededor de 3.000 millones, se produjo en el año 2012, cuando Castilla-La Mancha superó la barrera de los 10.000. A partir de 2016 se estabilizó en los 14.000 millones y hasta la fecha el 'techo' de la deuda está en junio de este 2024, cuando se alcanzaron los 16.523 millones.
La tercera más alta. Otra forma de calibrar el peso de la deuda regional es comparándola con el Producto Interior Bruto. En concreto, todo lo que debe Castilla-La Mancha representa un 30,3 por ciento de lo que la región produce a lo largo de un año. Este 30,3 por ciento del PIB hace que la región sea la tercera con mayor deuda en proporción con su riqueza regional. Solo está por encima Comunidad Valenciana, que anota un 40,4 por ciento y Murcia, con un 30,7 por ciento. En el lado opuesto hay comunidades con un porcentaje más bajo de deuda, como Navarra con un 10,7 por ciento o País Vasco, con un 11,7, casualmente las dos únicas que tienen un concierto para un sistema de financiación propia.
Como la economía de Castilla-La Mancha va creciendo, el peso de la deuda va bajando. En este caso el 'techo' se alcanzó en 2020, el año de la pandemia, cuando la deuda de la región representaba el 38,6 por ciento del PIB. Desde entonces ha ido bajando. En 2022 se cerró con un 32,6 por ciento y en 2023 con un 31,1 por ciento.
Este montante de deuda tiene su peso en los presupuestos anuales de la Junta. Solo para el año que viene se destinarán 2.238 millones de euros, la mayor parte para vencimientos, pero también con una partida de 297 millones en intereses.