La desaceleración que se ha empezado a notar a finales del año pasado tendrá sus repercusiones en la evolución de la economía en este 2024. Según el último informe sobre la situación de Castilla-La Mancha de BBVA Research, el PIB regional crecerá solo un 1,3 por ciento este año, ligeramente por debajo del 1,4 previsto para la media del país. En cambio, se espera una aceleración de cara a 2025, cuando el PIB podría crecer un 2,7 por ciento, por encima de la media del país, que estára en un 2,5.
"Es una economía que debería ir de menos a más", explica Miguel Cardoso, economista jefe para España de BBVA Research, que ha explicado hoy algunos de los datos del informe, acompañado por el director Territorial Centro BBVA, Juan Carlos Hidalgo. Uno de los condicionantes que están marcando estas cifras es la agricultura, sobre todo por los años previos de sequía. Por eso Cardoso prevé unas buenas perspectivas cuando "la agricultura deje de lastrar el crecimiento de la comunidad autónoma". Apuntó que "si tenemos buen año de lluvias, podría ser un buen sesgo positivo sobre la actividad".
Hasta la fecha calcula que los años climatológicamente secos de 2022 y 2023 se han traducido en un coste en el crecimiento del PIB entre uno y dos puntos. También se nota en el empleo del sector agrario, que está un 5 o 6 por ciento por debajo de los datos de 2019. Además esta sequía también se ha traducido en unos datos de las exportaciones en descenso, aunque aquí Cardoso apunta que se nota además el estancamiento de economías como la alemana, que es un importante socio comercial para Castilla-La Mancha.
A pesar de que la economía en 2024 no va a ser muy boyante, BBVA Research calcula que el empleo crecerá un 2 por ciento este año. Para el que viene, subirá otro 2,6 por ciento. De esta forma calculan que en estos dos años se crearán unos 42.000 empleos en Castilla-La Mancha, es decir, unos 20.000 cada año. De esta forma la tasa de paro se verá reducida al 12,2 por ciento en 2025 (en estos momentos está en 13,1).